El presidente del PP de Albacete, Francisco Núñez, ha denunciado que la infección detectada en la localidad Pozo Cañada (Albacete) que ha afectado a cuatro niños, dos de los cuales están hospitalizados, ha llegado a Albacete capital.
En rueda de prensa, Núñez ha asegurado que ayer por la tarde y esta mañana, niños y adultos de Albacete capital que habían estado en contacto con personas del municipio afectado se han realizado las pruebas pertinentes para detectar si tienen la bacteria causante de la infección, unos análisis que han dado como resultado que sí tienen la bacteria del estreptococo.
Según Núñez, la extensión del contagio se achaca a «la negligente gestión» de la Consejería de Sanidad y del presidente regional, Emiliano García-Page, a quien ha acusado de no haber actuado, a pesar de que «hace 15 días que las madres venían avisando» del problema.
Núñez ha comparecido en rueda de prensa junto a la exalcaldesa y portavoz del PP en el Ayuntamiento de Pozo Cañada, Llanos Soria, afectada porque los dos niños ingresados por «glomerulonefritis postestreptocócica», una complicación de la infección por estreptococo, son sus sobrinos, con 4 y 6 años.
El presidente provincial de los «populares» y también diputado regional ha dicho que pedirán explicaciones en las Cortes a Emiliano García-Page y al consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz, porque «lo que era un problema localizado en Pozo Cañada ya está también en la ciudad de Albacete, la ciudad más importante de Castilla-La Mancha, que tiene ya el problema del estreptococo y la glomerulonefritis».
Núñez ha acusado de «dejadez, falta de responsabilidad e incapacidad» al presidente de la Junta, ya que a su modo de ver no ha afrontado «una emergencia sanitaria», que supone que haya seis casos atendidos y cuatro niños ingresados, de los que dos siguen en el hospital, atendidos por «una enfermedad que les puede dejar secuelas renales de por vida».
Por su parte, la portavoz del PP en el Ayuntamiento de Pozo Cañada ha explicado que sus hijos han estado afectados y los dos niños hospitalizados son sus sobrinos, que están «bastante graves, porque siguen orinando sangre, tienen los riñones totalmente afectados, con tensión alta, manchas en la piel y han perdido casi dos kilos en una semana».