Los profesionales de Enfermería del Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo han denunciado casos de usurpación de competencias, intrusismo profesional, acoso laboral y discriminación, una situación que, aseguran, vienen viviendo desde hace tiempo y por la que el pasado mes de mayo solicitaron una reunión con el consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz.
Según informa el colectivo en un comunicado de prensa, estos trabajadores han denunciado en varias ocasiones que los actuales gestores del centro sanitario «han ido retirando y usurpando competencias a profesionales de Enfermería; han eliminado y/o reconvertido puestos de importancia para la profesión y no se ha potenciado la formación, la docencia ni la investigación enfermera, como se hacía con otras direcciones anteriores».
«Esta situación -afirman las enfermeras afectadas- se ha ido agravando y, recientemente, se han sufrido situaciones entre las que se ha denunciado intrusismo profesional, acoso laboral hacia supervisores de unidad, discriminación de profesionales y, todo ello, bajo el beneplácito de las fuerzas sindicales, representadas por la junta de personal».
[ze_summary text=»En mayo solicitaron una reunión con el consejero»]En mayo solicitaron una reunión con el consejero[/ze_summary]Por todos estos motivos, y tras realizar varias denuncias tanto a la Gerencia del Hospital como al propio Sescam y la Consejería de Sanidad, los profesionales de Enfermería afectados solicitaron el pasado 29 de mayo una reunión con el consejero de Sanidad «para tratar estos temas tan importantes y poder dar una solución rápida y eficaz; sin embargo, hemos obtenido la callada como respuesta, aunque aún no perdemos la esperanza de que nos reciba y nos escuche dada la trascendencia de los temas a tratar».
«Creemos que la situación es demasiado grave para la Enfermería, que el ataque frontal a la profesión está llegando a límites insospechados y que cada paso que da la dirección del hospital supone un agravio que genera un sufrimiento cada vez mayor a las enfermeras, comprometiendo la calidad asistencial y la seguridad de los pacientes, además de suponer una vuelta a la forma de entender la profesión que se practicaba en los años 70 del siglo XX».