Se llama «Rafaelo» y va a hacer felices a más de uno. El hospital Nuestra Señora del Prado, de Talavera, cuenta con una nueva técnica para el tratamiento de las hemorroides mediante radiofrecuencia y de la que ya se han beneficiado 20 pacientes, tal y como ha anunciado el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam).
Los resultados en estos pacientes han sido excelentes tanto en la evolución del postoperatorio inmediato, como son el dolor, sangrado y la reincorporación a su actividad habitual, como en el seguimiento a medio plazo.
Las hemorroides se solucionan con una menor agresión quirúrgica
«Rafaelo» cuenta con varias ventajas, como son una menor agresión quirúrgica, el escaso o ningún dolor postoperatorio, un índice bajo de complicaciones y que no precisa ni curas ni baja laboral, según la doctora Teresa Calderón, jefa de la sección de Coloproctología del servicio de Cirugía del centro sanitario.
Una ténica que es «una alternativa óptima para algunos pacientes con patología hemorroidal y síntoma predominante de sangrado».
Una terapia quirúrgica menos invasiva que las que se han empleado hasta el momento para hemorroides internas de hasta grado III y que permiten el tratamiento completo de todos los paquetes hemorroidales en el mismo procedimiento».
Gracias al sistema de ablación mediante radiofrecuencia (de ahí sale el nombre de «Rafaelo»), se realiza una intervención a nivel ambulatorio, que por lo general es de corta duración, con sedación ligera por anestesia local, lo que logra reducir el postoperatorio a niveles cercanos a cero.
Y es que las hemorroides son componentes fisiológicos del canal anal que en condiciones habituales contribuyen a la continencia fecal, por lo que favorece el hermetismo del ano. Es la patología proctológica más frecuente y una de las causas más comunes de rectorragia que se valoran en Atención Primaria.
Con el sistema «Rafaelo» el paciente puede operarse en régimen de cirugía mayor ambulatoria, estando el alta condicionada al tipo de anestesia aplicada. Y para llevarse a cabo se usa sedación asociada a la anestesia local que se infiltra durante el procedimiento.
La doctora Calderón recalca que son raras otras complicaciones, como el sangrado, y solo existe una exudación inicial. Por lo que la necesidad de baja laboral es prácticamente inexistente.