La evolución de la pandemia en Castilla-La Mancha comienza a dar un respiro, aunque las cifras siguen siento realmente altas. En 14 días se ha pasado de una incidencia semanal de 764 casos por 100.000 habitantes (del 11 al 18 de enero) a los «400-430» que hubo del 25 al 31 de enero.
Las cifras las ha dado a conocer el director de Salud Pública, Juan José Camacho, en la Comisión de Sanidad de las Cortes de Castilla-La Mancha, unos datos que, si nos ponemos en el tramo más alto de la horquilla de la última semana de enero (430), nos daría un descenso de más del 43 por 100 en los nuevos contagios de la Covid-19 en Castilla-La Mancha.
Si bien hay que recordar que los datos de la última semana de enero todavía están pendientes de consolidación. «Son sumamente provisionales», ha dicho Camacho.
Pero lo cierto es que el director de Salud Pública ha explicado que observan una «tendencia en descenso», que también se viene comprobando en la semana actual, aunque no ha dado datos concretos.
Aumento de movilidad y celebraciones, detrás del aumento
Camacho también ha explicado las razones por las que cree que ha habido un aumento «rápido» y «generalizado» de casos en esta llamada tercera ola.
Asegura que la «causa» de la misma es «las circunstancias «vividas en el mes de diciembre y la primera semana de enero, con el aumento de la movilidad, y de celebraciones públicas y privadas, desde el puente de la constitución, hasta pasada la fecha de Reyes».
«Eficacia» de las medidas
Además, ha defendido la «eficacia» de las medidas implementadas en la región, que son las que han posibilitado que la curva ya comience a descender.
«Desde la comprensión de la dureza y el impacto negativo en algunos sectores, debemos insistir en la adecuación», ha subrayado el director general.
Mejoría donde antes se pusieron las medidas
Cuando llegó la navidad en muchos municipios se comenzaron a endurecer las medidas porque ya estaban aumentado de nuevo los casos, pero no sería hasta el 8 de enero cuando se comenzaría a imponer el «nivel 3 reforzado», que implicaba el cierre de la hostelería y parte del comercio, adelanto del toque de queda y confinamiento perimetral.
El primer lugar donde se impuso fue el área sanitaria de Manzanares y poco después en toda la provincia de Ciudad Real.
Precisamente en estos lugares es donde antes se está observando el descenso, aunque Camacho ha asegurado que ya se puede ver en la mayor parte de la región.
«La mejoría que antes se nota es en el área sanitaria de Manzanares, seguida del resto de la provincia y poco después en el resto de la región. Son medidas que funcionan y ayudan a salvar vidas», ha resumido el director general de Salud Pública, que ha comparecido de forma telemática en la Comisión acompañado por el director general de Asistencia Sanitaria, José Antonio Ballesteros.
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