La Asociación Comisión Católica Española de Migraciones (ACCEM) acoge en Castilla-La Mancha a 169 personas refugiadas, fundamentalmente procedentes de Ucrania, Libia o Siria. El responsable de ACCEM en Castilla-La Mancha, Braulio Carlés, en una rueda de prensa con motivo del Día Mundial del Refugiado, ha explicado que tienen capacidad para atender a más y previsiblemente reciban en los próximos días a dos refugiados más en el centro de Sigüenza (Guadalajara).
De los 169 atendidos, 36 lo han sido en el centro de Albacete, abierto recientemente, y 56 en el de Sigüenza, donde en las últimas semanas llegaron dos refugiados iraquíes y «en los próximos días se esperan nuevos refugiados previsiblemente sirios», ha señalado Carlés, quien ha indicado que el centro seguntino tiene una capacidad total de 60 plazas.
Estas cifras se refieren a la atención directa en el centro en una primera fase, que tiene una duración media de seis meses, y que consiste en «ayudarles a situarse, porque muchas veces sus expectativas no coinciden con lo que encuentran aquí».
La responsable del centro de migraciones de Sigüenza, Ana Belén Sanz, ha explicado que ahí se trata de «dotar a la persona de las herramientas que le ayuden a una mejor integración, empezando por la formación».
Una segunda fase, en la que ya se encontrarían 77 personas, se corresponde con un momento en el que inician una vida más autónoma, recibiendo apoyo para encontrar vivienda y trabajo.
Sanz ha insistido en que la intervención que realizan es integral y «va más allá de techo y comida», puesto que lo entienden como un punto de partida para ese proceso de integración» al que llegan la mayoría de quienes pasan por los centros de ACCEM, según Carlés.
Ha insistido en que están en condiciones de acoger a más y «ser lo más generosos posible» como, ha recordado, ya demostraron hace años al recibir a más de 130 albanokosovares.
El responsable regional de ACCEM ha asegurado «que se puede hacer más» y ha instado a España y la UE «a no hacer políticas raquíticas de refugio y asilo y apostar por políticas solidarias en las que la persona sea el centro»
Carlés ha asegurado que «se puede ser más generoso y solidario» atendiendo a estos refugiados y también atender a quienes más lo necesitan en España y ha llamado a habilitar las vías legales oportunas para que quienes afrontan esta migración obligatoria «no arriesguen tanto, incluida su vida».