El Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam) ha activado esta madrugada el protocolo de actuación por un caso sospechoso de ébola en Albacete.
El paciente es un hombre de 32 años, que había regresado hace quince días de Mali y que ayer fue atendido en un centro de salud de Albacete por fiebre alta y dolor abdominal, informan a Efe fuentes del Sescam.
Del centro de salud de Albacete fue trasladado al hospital de esa capital y de allí al Hospital de Ciudad Real, que es el centro de referencia para casos sospechosos de ébola en Castilla-La Mancha, donde ha sido hospitalizado en aislamiento en la quinta planta, hasta realizarle las pruebas concluyentes.
El gerente del área integrada de Albacete, Antonio Naharro, ha pedido tranquilidad a la población, ya que, ha dicho, «hay que tener en cuenta que este protocolo se activa por prevención y todo ha funcionado correctamente».
Sanidad ha informado de que ha seguido paso por paso todo lo establecido en el protocolo de actuación ante un caso sospechoso de ébola en la región.
Este es el cuarto caso sospechoso que se detecta en Castilla-La Mancha tras los registrados en Azuqueca de Henares (Guadalajara), Toledo y Talavera de la Reina (Toledo) y en ninguna de las ocasiones resultaron positivos de ébola.
En un principio, el paciente está a la espera de que se le realicen la pruebas pertinente, que incluye la toma de muestras que serán enviadas a analizar al Centro Nacional de Microbiología de Majadahonda (Madrid), dependiente del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad para que se pueda determinar si el caso resulta positivo o no en ébola.
Paralelamente, se han reunido el comité de expertos de Salud Pública que será el encargado de hacer un seguimiento del caso.
Por primera vez desde que se inició la crisis del ébola un paciente castellanomanchego ha sido trasladado al centro de referencia de la región, el Hospital General Universitario de Ciudad Real, donde hace tan sólo unos días se abrieron las primeras dos camas para atender a este tipo de pacientes.
Las nuevas instalaciones están diseñadas para tratar los casos de ébola según los estándares internacionales de seguridad y a los protocolos establecidos por entidades como Médicos sin Fronteras, que trabaja intensamente en la lucha contra esta enfermedad en África Oriental.
Técnicamente, en la planta quinta se ha diseñado un circuito en el que se han previsto todos los detalles de cómo debe ser el tratamiento de los pacientes ingresados.
El circuito está pensado para minimizar el riesgo de que las personas que puedan estar en contacto con los pacientes puedan acabar infectados, para ello, se han delimitado zonas de seguridad, zonas de riesgo o zonas limpias o zonas de verificación, en las que los profesionales estarán obligados a cumplir distintos requisitos.
Asimismo, se han establecido protocolos que inciden directamente en la seguridad del manejo de los equipos de protección personal y en la forma de tratar los residuos que han estado en contacto con el enfermo.