La publicidad, los medios de comunicación, Internet y la ansiedad que produce el día a día son detonantes para generar dependencia al sexo; advierten los expertos que no es una moda, sino el reflejo de la facilidad con la que se tiene acceso a gran diversidad de contenido erótico.
«Una adicción es la pérdida de control o la incapacidad que tiene una persona para frenarse de hacer algo. A la larga, ese algo le trae consecuencias negativas». Así define este tipo de conductas el psicólogo Roberto Sanz, miembro del Colegio de Psicólogos de Madrid.