La previsión meteorológica para el actual verano en Castilla-La Mancha prevé unas temperaturas con valores «algo» más altos de la media tradicional del período estival y precipitaciones habituales para la época del año.
Así lo ha asegurado el meteorólogo de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en Castilla-La Mancha Modesto Sánchez, que ha informado en rueda de prensa de las predicciones para el verano recién estrenado y los datos de la primavera recién finalizada, que en la región ha sido muy cálida y, en precipitaciones, seca.
El pronóstico para la comunidad en el verano que se estrenó ayer, tras precisar que «hay que cogerlo con pinzas, no al pie de la letra», es que «se esperan valores ligeramente superiores a lo normal para la época, un poquito más caliente de lo habitual», ha apostillado «no infernal» porque «no hay que alarmar».
En cuanto al balance hídrico, ha completado que serán «los valores normales» de todos los períodos estivales.
Sobre la pasada primavera, en concreto en relación a los meses de marzo, abril y mayo, ha analizado que «ha sido muy cálida, por encima de la media», con valores un 20 por 100 por encima respecto a los últimos 30 años.
«El día más frío fue el 16 de marzo (-7,1 grados en Molina de Aragón) y el más caluroso el 13 de mayo (39,5 grados en Tomelloso), una fecha para recordar porque «hubo varias efemérides», un término que se emplea cuando se producen máximos registros.
«El 13 de mayo superamos los valores máximos de temperatura media en Cuenca (13,9 grados), nunca antes hubo una tan alta (13,6 grados en 2006) y, menos en el de Molina de Aragón, superamos los valores máximos de la historia de todos los observatorios» castellanomanchegos.
Ha ampliado, como curiosidad, que «ese pico excepcional del 13 de mayo» en nuestra comunidad también se repitió en varias zonas de las comunidades de Andalucía, Valencia y Madrid.
En cuanto a precipitaciones, la pasada primavera «ha ido de seca a muy seca, extremadamente en mayo. Un trimestre seco, no tan exagerado como en las temperaturas», aunque ha concretado que «no hay déficit de agua porque tuvimos un otoño muy lluvioso y el invierno fue normal y el inicio de la primavera no estuvo mal».
Ha apostillado que en la primera quincena de este mes se ha roto la tendencia y ha citado, en particular, las lluvias y tormentas del pasado día 11, que llegaron a dejar 15,4 litros/metro cuadrado en Albacete y 14,2 litros/metros cuadrado en Guadalajara, que ha catalogado de «disparate» al superar «los umbrales más duros».