Alejandro de Miguel ha logrado vestir a la mismísima reina Sofía. Un diseñador castellanomanchego que, como él mismo indica, «nació con la crisis» y se ha convertido en un referente de la moda regional. Próximamente inaugurará una nueva tienda, será en Ciudad Real, donde se podrá ver sus colecciones de madrina y novia. Unas propuestas donde siempre hay mucho color porque «para cada mujer hay un color que le favorece más». Es un joven emprendedor que nunca ha pedido un crédito al banco. Ésta es su historia.
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Alejandro de Miguel, de Miguel Esteban (Toledo), se apasionó del mundo de la moda desde que era niño, porque era lo que veía en casa, su madre cosía para otros diseñadores y él jugaba con las telas, los hilos…
Con tan solo 16 años empezó a coser profesionalmente en el taller de su madre. Principalmente, para aprender el oficio, al tiempo que lo combinaba con los estudios de moda y patronaje.
Con 18 años abrió su propio taller y empezó a hacer diseños para sus amigas. A partir de ahí empezó a trabajar y a cosechar éxito tras éxito.
A sus 32 años, tras 14 dedicados a este sector, Alejandro de Miguel afirma contundente que lo más difícil de estos años fue «convencer a mis padres de que yo me podía ganar la vida con esto porque ellos, como buenos padres, quieren que a sus hijos les vaya todo bien». Eso sí, «a día de hoy están muy contentos».
«EL ÉXITO NO LO REGALAN»
Alejandro lo tiene claro: «No hay que esperar que te apoye nadie», si bien apoyos afectivos recibe muchos y sobre todo de su pueblo, Miguel Esteban. Lo importante para que funcione un proyecto «es el trabajo y que sea un buen producto».
«Quién algo quiere, algo le cuesta. Para sacar adelante un negocio hay que echar horas, supone mucho sacrificio, porque se busca la perfección, innovar cada día, no estancarse… Ésas son las herramientas del éxito, porque el éxito no lo regalan».
Un éxito que le llevó a abrir una tienda en Toledo y, próximamente, inaugurará otra en Ciudad Real.
Además de vender por toda España, sus diseños han llegado a países como Holanda, Portugal, Bélgica… y no descarta exportar a Qatar, de donde ya le ha llegado alguna petición.
DOS MOMENTOS PARA RECORDAR
Alejandro afirma contundente que «en pleno corazón de La Mancha se puede hacer alta costura, no es necesario ni París ni la Milla de Oro de Madrid». De hecho, hasta el corazón manchego llegan muchas señoras dispuestas a comprar una de las propuestas del joven diseñador.
Alejandro recuerda aquella clienta que llegó desde París, «la capital de la moda», hasta Miguel Esteban porque vio por internet una propuesta de Alejandro y se enamoró.
O aquella otra que desde Australia le localizó, en esta ocasión se ahorró el viaje, porque quería uno de sus diseños para ir a una carrera de caballos.
«NO HE NOTADO MUCHO LA CRISIS»
Alejandro nunca ha necesitado pedir financiación ni crédito para desarrollar su proyecto, porque ha ido invirtiendo según ha ido ganando. Recuerda que cuando vendió sus primeros vestidos invirtió el dinero en comprar máquinas, así hasta hacerse con todo el taller.
El diseñador castellanomanchego, que tiene contratadas en la actualidad a unas 30 personas, afirma que «no he notado mucho la crisis porque esto creciendo. Cada vez se me valor más en el mundo de la moda. Yo, prácticamente, he empezado con la crisis».