Unas 500 niñas en Castilla-La Mancha, sobre todo de las zonas de Guadalajara, Albacete y Recas (Toledo), que proceden de países africanos están en riesgo de que sus familias les hagan viajar a sus países de origen para que allí se les practique una ablación.
Este es uno de los resultados obtenidos en el proyecto europeo AFTER «Acaba con la Ablación», que se ha desarrollado durante dos años con financiación de la Unión Europea y en el que han participado Bélgica, Irlanda, Italia, España y Suecia, con la finalidad de empoderar a las mujeres para que puedan rechazar la práctica de la ablación, así como concienciar a las comunidades de origen sobre los peligros de la mutilación genital.
[ze_summary text=»Suelen pertenecer a comunidades cerradas que las obligan a volver a sus países de origen y allí se les practica la ablación»]Suelen pertenecer a comunidades cerradas que las obligan a volver a sus países de origen y allí se les practica la ablación[/ze_summary]
La decana de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) en el Campus de Talavera de la Reina, Vicenta Rodríguez, ha explicado que estas 500 niñas con riesgo de sufrir una ablación en Castilla-La Mancha suelen pertenecer a comunidades cerradas, que «viven de espaldas a los territorios donde están ubicadas», lo que las hace «más vulnerables y sobre todo «con mayor riesgo de regresar a sus países de origen para que se les practique la ablación».
«No existe una normativa firme y unánime» contra la ablación
Rodríguez ha explicado que otra de las conclusiones a las que se ha llegado con este proyecto es que a nivel europeo «no existe una normativa firme y unánime» que ponga de manifiesto que todos los países tienen un compromiso de erradicación de la mutilación genital femenina y, aunque existen directivas en este sentido, no hay nada que obligue a los países a no permitir y luchar contra esta práctica. Sin embargo, ha valorado que en Castilla-La Mancha sí existe un protocolo de intervención y prevención de la ablación.
Además, este proyecto presenta como novedad que combina la investigación y la intervención, ha resaltado Rodríguez, que ha subrayado que, en este segundo campo, se ha trabajado «en el empoderamiento de los políticos», y de los hombres de las comunidades de origen para que no permitan regresar a sus hijas a sus países para que se les practique allí la ablación.