El Comité Ejecutivo del sindicato independiente ANPE ha decidido no convocar ni secundar la huelga general convocada por los sindicatos mayoritarios para el próximo 14 de noviembre como tampoco hizo con las convocatorias planteadas contra el anterior Gobierno y el actual.
ANPE justifica en un comunicado que «se ha movilizado y lo seguirá haciendo contra los recortes» y «seguirá exigiendo que se considere a la educación como una política básica del Estado».
Rechaza «los brutales recortes» que afectan gravemente a la calidad de la enseñanza, pero los propios docentes «nos dicen que no podemos pedirles más esfuerzos económicos», y ha recordado sus retribuciones han mermado una media superior al 20 por ciento entre rebajas y congelaciones los dos últimos años.
«ANPE está presente en todas las movilizaciones que defienden la enseñanza pública y los derechos del profesorado, sin embargo nuestra presencia en las mismas no está vinculada a connotación política alguna», aclara en la nota.
El sindicato mayoritario de la enseñanza rechaza, por eso, «la deriva que algunos grupos y organizaciones están adoptando, pretendiendo fines distintos a las legitimas protestas contra los recortes, lo que solo puede conducir a una peligrosa helenización de la situación española».
Cree un ejemplo de su queja «el intento de aprovechar la huelga general para exigir un referéndum que sólo contribuiría a un mayor descrédito de nuestras instituciones», ha ampliado.
En todo caso, ANPE advierte al Gobierno de España que «no puede mantener bajo ningún concepto esta espiral de recortes sin freno» y aunque resalta que se ha llegado a esta situación «tras muchos años de abusos y despilfarros» apostilla que «ahora no se pueden recortar de un plumazo todas las políticas básicas para cumplir con los objetivos impuestos por la Unión Europea».
Lamenta que las obligadas transformaciones y reformas «vayan más allá del terreno meramente económico» al seguir, tras cinco años de crisis, «sin resolver serios problemas estructurales del Estado».
ANPE reseña como causas del endeudamiento, el descontrol presupuestario, la duplicidad de organismos y cargos, la multiplicación de empresas públicas, la proliferación de entes y asesores de todo tipo y un aumento constante de sus estructuras administrativas y burocráticas, «algunas de muy difícil justificación».
El sindicato cree «imprescindible» rebajar la crispación que se percibe en la sociedad española y, para ello, opina, es clave que «el Gobierno cese en los recortes sociales, abra el diálogo social en todos los ámbitos y aborde las reformas que hagan viable el modelo de estado autonómico y garanticen las políticas básicas: educación, sanidad y pensiones».