La Asociación Profesional de Agentes Medioambientales de Castilla-La Mancha (APAM) entiende que el Gobierno regional los discrimina porque, recalcan, los ha dejado fuera del plan de formación regional de intervención en desastres ecológicos, «por lo que siguen teniendo como asignatura pendiente la protección del medio ambiente».
El colectivo lo critica aún más al recordar que durante este año «se han producido grandes desastres ecológicos en Castilla-La Mancha, como el incendio del vertedero de neumáticos de Seseña, el incendio de la planta de residuos de Chiloeches y vertidos al río Tajo».
Porque «los agentes medioambientales somos agentes de la autoridad y plenos conocedores de las situaciones conflictivas que se dan en el medio ambiente, donde somos requeridos por la ciudadanía cada vez con más frecuencia, para denunciar los posibles delitos e infracciones de vertidos y contaminaciones».
Y continúan: «El Gobierno, a través de la Consejería de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural, no solo demuestra falta de interés en atajar futuros desastres ecológicos, sino que incumple también la voluntad positiva que venía manifestando públicamente a los representantes del cuerpo de Agentes Medioambientales de corregir las carencias en formación, actuación y protección del medio ambiente castellano-manchego».