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El desalojo del asentamiento de El Cavero, en la localidad toledana de Olías del Rey, ha quedado aplazado hasta el 30 de septiembre. Así ha informado a los periodistas el portavoz del poblado, Victoriano Jiménez, después de que la secretaria judicial -acompañada de efectivos de la Guardia Civil, Policía Local y junto al delegado de la Junta en Toledo, Javier Nicolás, el secretario general de Podemos Castilla-La Mancha y diputado regional, José García Molina, el abogado de las familias y el director de la Tesorería General de la Seguridad Social- haya comunicado a los afectados la orden del aplazamiento.
Las 47 familias tenían sus pertenencias empaquetadas y la mañana ha transcurrido sin incidentes al lograrse in extremis más tiempo para poder sacar a las 160 personas que desde hace 26 años ocupan el edificio localizado en terrenos propiedad de la Seguridad Social.
A partir de ahora las administraciones se pondrán a trabajar para desarrollar un plan integral que contemple, no sólo el realojo en viviendas, sino también proyectos educativos y de escolarización con los menores, y programas de mejoras laborales para los adultos, quienes fundamentalmente se dedican a la recogida de chatarra y a la venta ambulante.
La Consejería de Bienestar Social estudiará la situación de cada familia para proponer soluciones «definitivas», un proceso en el que está implicado el Ayuntamiento de Olías del Rey y que, tal y como reconocía el director general de Acción Social de la Junta, Ramón Lara, puede prolongarse hasta final de año.
ALEGRÍA EN EL POBLADO TRAS DÍAS DE MUCHOS NERVIOS
Victoriano Jiménez expresaba su satisfacción por la decisión del aplazamiento y la voluntad de las familias de trasladarse a otro lugar, no sólo por el riesgo de derrumbe que tiene el edificio que ocupan desde el año 2011, sino también por los cinco incendios que en tan sólo un mes se han declarado y que han calcinado varias chabolas. Valoraba que las negociaciones para su traslado iban por buen camino «hasta que la Tesorería dijo que no daba más plazo». «Aquí hay personas enfermas y mayores, niños, gente operada de corazón…» A lo que suma las altas temperaturas que soportan. «Sólo pedimos que nos den más tiempo».
La alegría se contagió pronto a las 160 personas que viven en El Cavero. Algunas de ellas expresaban a Encastillalamancha.es la tensión de los últimos días y el miedo con el que viven a raíz de los incendios, una realidad que conocen muy bien los trabajadores de la asociación Llere, quienes desde 1996 se trasladan allí a diario para desempeñar labores socioeducativas con los más pequeños y para desarrollar un proyecto integral de intervención familiar y de acceso al mercado laboral con los adultos.
Por su parte, el diputado por Podemos en las Cortes de Castilla-La Mancha, José García Molina, compartía la alegría y señalaba que el plazo dado hasta finales de septiembre «es suficiente, al menos, para sentar las bases y hacer los primeros realojos y buscar proyectos laborales». Ha comentado que confiaba en el aplazamiento porque «cualquier persona con un mínimo de humanidad entendería que El Cavero no se puede desalojar».
«SE ESTÁ JUGANDO CON ESTAS PERSONAS»
Las familias del asentamiento de Olías del Rey proceden de Extremadura, desde donde llegaron a Olías del Rey para ocupar un edificio abandonado, y a medio construir, que iba a ser un hospital. El concejal de IU en el Ayuntamiento de Olías del Rey, Jorge Vega, señalaba que el problema de El Cavero es de hace años. Desde su partido, asegura, se han planteado soluciones pero «nunca ha habido voluntad». Opina que «desde el punto de vista político se ha estado jugando con estas personas».
La alegría era patente entre los residentes del poblado.