El número de mujeres solteras que acude a una consulta de reproducción asistida con la intención de convertirse en madres ha aumentado en los últimos años y representa entre el 15 y el 20 por 100 de las que utilizan estos métodos, cifra que se repite en Castilla-La Mancha.
La jefa de Ginecología del HM IMI (Instituto Médico Integral) de Toledo, Marta Sánchez-Dehesa, ha aportado este dato y ha apuntado que también se ha incrementado el número de parejas homosexuales que utilizan estos métodos.
A ello, ha añadido que aproximadamente el 10 por 100 de las parejas se enfrenta a problemas de fertilidad independientemente de su sexo, debido fundamentalmente a que las mujeres son madres cada vez más tarde.
Sánchez-Dehesa explica que, una vez tomada la decisión de ser madres, las mujeres realizan una primera visita médica en la que se decide cuál es el tratamiento de reproducción asistida más adecuado para cada una de ellas: inseminación artificial, fecundación in vitro o donación de óvulos.
La doctora apunta que la edad es un factor clave para el éxito de los tratamientos y, como ejemplo, señala que la tasa de éxito de la fecundación in vitro es de cerca del 40 por ciento, mientras que a partir de los 40 la tasa desciende al 18 por ciento.
En el caso de las mujeres solteras y parejas homosexuales, explica que se recurre a un banco de semen.
Paloma Serrano acudió junto a su pareja, una mujer que prefiere no dar su nombre, a la clínica de la doctora Sánchez-Dehesa para tener un hijo, Adrián, que ahora tiene 20 meses.
Paloma explica que, una vez tomada la decisión de ser madres, buscaron información por Internet sobre las técnicas de reproducción asistida y decidieron acudir a la clínica toledana.
«No había otra manera de tener un hijo», afirma Paloma, quien explica que decidieron que la madre del niño fuese su pareja al ser la más joven de las dos, 37 años.
Reconoce que el hecho de que una pareja homosexual decida tener hijos es aún «un tema tabú», aunque asegura que a ellas les ha resultado «muy fácil» y han recibido el apoyo de sus familiares y amigos.
Paloma dice que no puede negar que, a veces, se le «pasa por la cabeza» que el niño pueda sufrir algún tipo de problema en el colegio, pero piensa que es un asunto «educacional».
«Ahora andamos con el mami y con el mamá», cuenta Paloma, que muestra su satisfacción por haber utilizado el método de reproducción asistida para ser madres y desvela que, veinte meses después, han decidido que Adrián tenga un hermano.
La página web del IMI de Toledo también incluye testimonios de otras parejas que han acudido a esta clínica para tener hijos, entre ellos, el de Carmen que relata que a los 31 años le llegó la noticia de padecer menopausia precoz «como un jarro de agua fría».
Explica que al principio a su pareja y a ella les pareció una idea «descabellada, fuera de lugar», utilizar el método de reproducción asistida.
«Pero si queríamos ser padres había que ser realistas y esa era la única vía», relata Carmen, quien celebra que después de «dos duros años» han conseguido ser padres de un niña.