La segunda etapa de Biciaventura Solidaria -un total de 126 kilómetros desde Qazaqdarya a Nukus, la sexta ciudad más poblada de Uzbekistán- concluyó con no pocos contratiempos y dificultades para los componentes de este proyecto.
Ataviados con sus bicicletas y alforjas, y viajando siempre con lo justo para ahorrar dinero y dedicarlo a los demás, los componentes de Biciaventura Solidaria, algunos de ellos toledanos, llevan ya nueve años organizando y llevando a cabo esta iniciativa consistente en recorrer uno o varios países del tercer mundo en bici y, gracias al patrocinio, llevar a ellos ayuda para su desarrollo.
Según relata Antonio Henales, uno de los promotores del proyecto, la segunda etapa ha sido dura, ya no solo por las bajas temperaturas, sino también por las condiciones con las que comenzaron el recorrido hacia Nukus. Cuenta en su web (www.biciaventurasolidaria.com) que «el amanecer ha sido un poco fresco, nevaba y la temperatura mejor no decirla. Lo primero es ir a asearnos, pero ¿dónde? A ningún sitio, ya van dos días sin ducharnos y hemos dormido con la ropa llena de barro dentro de los sacos, nos hemos podido lavar los dientes con agua con gas y a la hora de hacer nuestras necesidades, nos hemos apañado en la cuadra de la vaca». A pesar de eso el ánimo no decae: «Hoy estamos contentos, resulta que aquí es Nochevieja y mañana Año Nuevo con lo que vamos a disfrutar de las uvas por segunda vez».
En su periplo en bici, se han encontrado con fuertes vientos que han hecho muy complicada la marcha y con un control de un comisario político en Chimbay, dondo los agentes han puesto en duda la finalidad de su viaje: «No se creen que vengamos de Moynaq por donde hemos venido, dicen que no hay carretera, y evidente que no la había así vamos todos de barro. Media hora haciendo preguntas y al final me salvan las fotos, se disculpan y me dicen que lo hacen por nuestra seguridad. ¡Pues menos mal!».
Finalmente, después de más de 120 kilómetros pedaleando llegan a Nukus -donde «hoy hemos encontrado un agujero con una ducha comunitaria, por lo menos nos vamos a lavar»- y se disponen a celebrar la Nochevieja.