La organización SEO/BirdLife ha alertado del riesgo que para la conservación del buitre negro supone el uso ilegal de veneno ya que supone un freno a la «tendencia poblacional positiva» de esta especie, especialmente en las dos Castillas y Extremadura.
En un comunicado advierte de que entre 1990 y 2006 han sido localizados 500 ejemplares de buitre negro envenenados y que en los tres últimos años ha afectado a unos 20 ejemplares en Extremadura, la comunidad con la población más significativa.
Según el último censo publicado (año 2006), la población ibérica era de 1.845 parejas, lo que supondría más del 80 % de la total europea y, de acuerdo con los datos de BirdLife, la segunda en importancia en todo el mundo.
La organización, dentro de su campaña Life+VeneNO, ha recordado que España es fundamental para la conservación de estas colonias y no se puede permitir que a consecuencia del veneno se pierdan más ejemplares de esta especie amenazada en todo el mundo.