¿Qué hace falta para trabajar de bombero? «Ayudar» es la palabra que más se repite en el parque de Bomberos del Ayuntamiento de Toledo, donde encastillalamancha.es «se ha colado» para ver, captar y escuchar de primera mano qué es eso de ser bombero.
Treinta años de servicio soportan las espaldas del suboficial Jesús Álvarez Díaz-Guerra. Unos ojos que han visto el fuego de cerca, rescates o situaciones al límite. También decepciones y satisfacciones. Álvarez forma parte de las 75 personas que trabajan en el parque de Bomberos del Ayuntamiento de Toledo. Se organizan en turnos diarios y siempre hay disponibles quince efectivos, «aunque yo nunca me despego del móvil», reconoce Álvarez.
Fotogalería: los Bomberos del Ayuntamiento de Toledo, un equipo para salvar vidas
La receta para evitar accidentes: «Sentido común, no hay recomendaciones mágicas»
Para el suboficial de Bomberos de Toledo, su trabajo se resume en «llegar a dónde no puedan llegar otros». Tan simple y tan difícil a la vez, los «apagaincendios» son el cuerpo que actúan a contracorriente de las sensaciones como el miedo o el temor. Ir en contra de la sensación de peligro, que antecede a la tan humana huida, hace que puedan salvar vidas. «Es un trabajo muy bonito», subraya Diego Ventura Hidalgo, bombero conductor de Toledo, donde cada miembro tiene una labor muy definida.
La sabiduría popular dice que lo mejor que puede pasar es que no salgan los Bomberos. No verlos. Eso significa que no tienen que actuar, que todo está bien. Que no hay accidentes. Que no hay incendios. Pero la realidad dista de ser así, los Bomberos de Toledo están siempre preparados para atender, en cualquier momento y a cualquier hora, las incidencias. Sin embargo, hay accidentes que se pueden evitar.
«Recomiendo a la gente que hagan uso del sentido común. No precipitarse. Es muy básico», confiesa el suboficial. El mensaje de Álvarez es contundente, todo pasa por «hacer un pequeño esfuerzo» en cada acción, en cada movimiento. Reducir los riesgos puede ser una pequeña victoria porque la realidad es que «no hay recomendaciones mágicas» para evitar las tragedias.
«Evitar la improvisación», así actúan los Bomberos de Toledo
«Cada vez que hay una salida, salen dos vehículos», comienza narrando Álvarez, que ha pedido a Ventura, más joven, que se acerque a hablar con encastillalamancha.es. El bombero conductor, Ventura, explica que cuando llegan al suceso ya tienen definido su papel. «Somos seis y cada uno tiene su labor», añade Ventura. «Lo principal es tener la capacidad de analizar lo que está ocurriendo para tomar la decisión más acertada», prosigue el suboficial.
«Los primeros minutos son determinantes», cuenta Ventura. Los equipos llegan y ahí es cuando tienen que tomar la decisión «más acertada». Todo depende de esa decisión, que tratan de evitar que sea improvisada. El suboficial lo explica: «Evitamos la improvisación, aunque muchas veces, tenemos que hacer uso del ingenio. Si no sería un caos».
¿Cómo se gestiona esa improvisación?, es la pregunta que encastillalamancha.es trasladó a los Bomberos. «Tenemos que gestionar el subidón de adrenalina, medir bien», recalca el suboficial de Bomberos.
Parece algo contradictorio, contrario. La «frialdad» para apagar el calor, el fuego. Un oxímoron que es la base de los rescates: el frío apaga el calor. Así lo hicieron en el espectacular incendio del Alcázar de Toledo: «Se veía gran cantidad de humo y hubiera sido terrible que hubieran empezado a salir llamas», cuenta Álvarez, que en la siguiente entrega de este reportaje, narrará cómo entraron al edificio. Mientras tanto, a «evitar los accidentes».