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El jueves se dará luz verde a estos planes 16/12/2012junio 13th, 2017

Bruselas se prepara para acometer una nueva vuelta de tuerca a las antiguas cajas de ahorros españolas con la aprobación de los planes de ajuste de BMN, Liberbank, Caja3 y Banco CEISS, que implicará recortes, el cierre de sucursales y miles de despidos en su conjunto.

Será el jueves cuando la Comisión Europea dará su luz verde a los planes en los que han estado trabajando estas cuatro entidades, las únicas no nacionalizadas que, según el informe de Oliver Wyman, requerirán de ayudas públicas para cubrir sus déficit de capital.


Según este informe, Liberbank tendría unas necesidades en un escenario adverso de 1.198 millones de euros, Caja3 de 779 millones, el grupo BMN de 2.208 millones, y el Banco CEISS -fruto de la fusión de Caja España Duero- de 2.063 millones de euros.

No obstante, estas cifras se han visto reducidas enormemente por la propia creación del llamado «banco malo», que permitirá a las entidades desprenderse de activos tóxicos, así como por la venta de activos y quitas en los canjes de preferentes y deuda subordinada.

De hecho, se calcula que BMN requerirá menos de 400 millones de euros, y el Banco CEISS ya ha comunicado que la petición de inyección de fondos públicos ascenderá a unos 600 millones.

El propio ministro de Economía, Luis de Guindos, cifró hace unos días en 1.500 millones el importe que requerirá este cuarteto, conocido como el «grupo 2», aunque algunos expertos aseguran que la cifra será más elevada.

En cualquier caso la situación de ellas no es homogénea, dado que BMN y Banco CEISS sufrirán la entrada en su capital del Estado, que suma así dos nuevas entidades financieras a sus posesiones actuales, BFA-Bankia, CatalunyaCaixa y Novagalicia, después de vender el Banco de Valencia a Caixabank por un euro.

Las otras dos entidades del «grupo 2», Liberbank y Caja3, que nunca han recibido ayudas, podrán solicitar un préstamo de dinero público en forma de bonos convertibles contingentes («cocos», en el argot financiero), un instrumento que podrán recomprar en un plazo máximo de cinco años.

En cualquier caso, para recibir los fondos deseados las cuatro entidades han tenido que diseñar unos ambiciosos planes de reestructuración, con el consenso absoluto de los altos funcionarios europeos.

Los sindicatos dan por supuesto que miles de empleados de estas entidades perderán su puesto de trabajo en los ajustes. «Unos 4.000 ó 5.000 en el peor de los escenarios», explica José Miguel Villa, secretario general de la Federación de Servicios de UGT.

Liberbank es la única entidad de las cuatro que no contempla despidos en sus planes de ajuste, aunque sí recortes salariales y suspensiones temporales de contratos de hasta un año para «un máximo del 60 por 100 de la plantilla».

Este banco, fruto de la unión de Cajastur, CCM, Caja Cantabria y Caja Extremadura, ha defendido hasta ahora que no necesitaría ayudas públicas para recapitalizarse, aunque el veredicto final lo dará Bruselas el jueves.

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