Organizaciones de mujeres han calificado de «horroroso» y «lamentable» decisiones como la del Ayuntamiento de La Solana (Ciudad Real) de eliminar el minuto de silencio que la Corporación municipal guardaba al comienzo de cada pleno en memoria de las víctimas de violencia de género.
«Simboliza la falta de compromiso»
«Estos signos dejan de visibilizar el reproche social de un hecho. Si una administración no lo visibiliza, simboliza la falta de compromiso que tiene ante la persecución de este tipo de delitos», ha detallado en declaraciones a Europa Press la presidenta de la Asociación de Mujeres Juristas Themis, Pino de la Nuez.
Además, ha añadido que esta situación conlleva a que hombres y mujeres «no convivan en paz». «Es un tema que tienen que ser seguido, cuestionado y visibilizado para abordarlo de la mejor manera», ha afirmado.
Asimismo, ha señalado que a los «negacionistas» que están de acuerdo con la supresión, «hay que hacerles ver que las estadísticas son reales y demuestran la realidad». «Lo evidente no va a evitar que siga aconteciendo y lo que hay que hacer es trabajar para que podamos convivir en armonía y en paz hombres y mujeres en igualdad de condiciones», ha defendido.
«Los datos son oficiales, no nos los inventamos»
En este sentido, ha indicado que no reconocer este tipo de hechos «es obviar la realidad». «Por desgracia los datos son oficiales, no es que nos los inventemos. Los tiempos que vivimos hacen que estemos temerosas de perder y de retroceder en derechos y, sobre todo, en que se adopten medidas para poder paliar esta lacra», ha explicado.
Por ello, ha asegurado que estas actuaciones no «favorecen a la sociedad en su conjunto». «Estos temas están tan impregnados en la cultura, que si cuesta desde la educación, con este tipo de actuaciones más», ha concluido.
Por su parte, la presidenta de la Federación de Mujeres Progresistas, Yolanda Besteiro, ha definido como «lamentable» que un ayuntamiento haya suprimido el minuto ya que «representa a todas sus ciudadanas y ciudadanos».
«El silencio es un mensaje de rechazo a los maltratadores»
«Ese minuto de silencio permite visibilizar un problema fundamental en nuestra sociedad, como es la violencia de género, en el que son víctimas las mujeres por el mero hecho de serlo. Permite también trasladar un mensaje de rechazo a los maltratadores y un mensaje de apoyo a las víctimas, por lo tanto suprimir ese minuto supone alejarse de las víctimas y ponerse al lado de los maltratadores», ha afirmado. En este sentido, ha recordado que a estas alturas del año «ya han sido asesinadas más de 32 mujeres».
Por otro lado, ha señalado que «desgraciadamente» esta medida va vinculada a un partido político, en este caso el Partido Popular. En este sentido, ha indicado que «desgraciadamente» es un hecho que puede extenderse en otros ayuntamientos gobernados por el Partido Popular. «Ha tenido y aspira a tener responsabilidad de gobierno, no solamente a nivel local y de comunidad autónoma, sino también a nivel general. Por lo tanto, es una mala noticia en la lucha contra la violencia de género en España, que es un referente mundial», ha aseverado.
«Un error político y social»
Por su parte, el exdelegado del Gobierno contra la Violencia de Género, Miguel Lorente, ha señalado que la supresión de esta medida es «un error político y social». «Es una proyección a la desconsideración hacia todo lo que es una violencia, que precisamente se produce y se lleva a cabo por la pasividad, por el distanciamiento que tenemos como sociedad», ha afirmado.
Así, ha señalado a Europa Press que cuando esos minutos de silencio son «mensajes simbólicos llenos de fuerza para que la sociedad tome conciencia de que ese amor o de ese recuerdo». «No es consecuencia de un hecho accidental o actual, sino que es consecuencia del fracaso de una sociedad que ha permitido que esa violencia haya iniciado su control, su dominio, su sometimiento», ha aseverado.
«No tiene sentido, no tiene justificación»
Asimismo, ha señalado que es un «momento para reflexionar sobre la realidad y para tomar conciencia de la responsabilidad que tiene la sociedad». «Todos podemos hacer algo. Hacerlo me parece que es reconocer esta situación que vemos que está de alguna manera agravándose, como estamos observando con este incremento de homicidios en este año respecto al año anterior. Me parece que no tiene sentido, no tiene justificación. Es un error que además ha mandado un mensaje muy desesperanzador para las víctimas y sus entornos», ha puntualizado.
Del mismo modo, ha matizado que el silencio es una «especie de compromiso para que eso no vuelva a ocurrir». «Desde el punto de vista material o técnico, nadie lo plantea como una acción que va a cambiar la realidad y las políticas. Es simplemente esa carga simbólica, no es solamente callarse durante 60 segundos, es demostrar a través de ese gesto, que se está con las víctimas, que se está contra los agresores», ha explicado.
Además, ha insistido que cuando se hace en el pleno de un ayuntamiento como es en el caso La Solana, «el sentido es doble». En este sentido, ha detallado que en La Solana, aproximadamente el 2 % de las mujeres sufren violencia de género. «La alcaldesa debe de saber que el 2% de las mujeres de su población están sufriendo violencia de género. Esas mujeres y sus familiares se deben de sentir rechazadas y desconfiadas por esa supresión», ha afirmado.
«El negacionismo lo ha traído la ultraderecha»
Por otro lado, ha señalado que estas medidas están «vinculadas a un partido político». «El negacionismo no es algo que haya venido de repente, el negacionismo lo ha traído la ultraderecha y está utilizándolo como elemento y como argumento de negociación para llevar a cabo políticas», ha asegurado.
Respecto a si cree que se va a repetir en otros ayuntamientos, ha indicado que «va a depender mucho del impacto que tenga mediáticamente y políticamente esta situación». «Si hay una respuesta contundente por parte de la sociedad y hay una crítica directa a la medida tomada, pues no, pero si no, me temo que será una iniciativa básica como parte de esta refundación del machismo», ha concluido.