Puso el cartel de no hay billetes y entusiasmó a la concurrencia. No era para menos, claro. Porque de casta le viene al galgo. Todo un sobrino, hecho y derecho, del maestro Paquirri, una fuente de sabiduría, de saber estar, de gracia, de salero, de… Hablamos de José Antonio Canales Rivera, el torero gaditano que honró a su tío en las inigualables jornadas taurinas que durante 12 años ya se celebran en Villaseca de la Sagra (Toledo) y que congregan a lo mejorcito de la Fiesta Nacional. Todo un mérito de la organización, que depende directamente del ayuntamiento de la localidad.
Canales Rivera pertenece a una de las familias con más tradición taurina del país. Sobrino de Francisco Rivera, Paquirri; y de José Rivera, «Riverita«; quizás su referente histórico sea su tatarabuelo José Rivera, íntimo de José Gómez, «Gallito«, un consumado caballista. Todos ellos proceden del forjador de esta familia leyenda, Antonio Rivera Alvarado.
El diestro indicó a los presentes, el salón estaba lleno, que siempre quiso ser torero, «aunque cuando sucede el accidente en mi familia (la muerte de Paquirri corneado por «Avispado» en Pozoblanco -Córdoba-) se pierde lógicamente toda la ilusión por la fiesta de los toros». Con el paso del tiempo conoció a matador Rafael Ortega, director de la Escuela de Tauromaquia de El Puerto de Santa María, quien le devolvió esa «ilusión» que le faltaba, «ellos me dieron mi primera novillada sin caballos y a partir de ahí fue mi abuelo quien tomó los mandos». Y se emociona, claro.
Sobre sus inicios, «fueron duros, como los de cualquier torero que empieza. Yo he ido de maletilla a una finca para dar tres pases a una vaca y había días que me volvía a mi casa sin darle ni uno. A lo mejor, por los antecedentes de tu familia, puedes llamar la atención cuando empiezas, porque la gente sabe quién eres y va a verte. Pero te perjudica si no estás a la altura que esperan. Entonces te dan más leña que a los demás. Pero cuando llevas unos años en esto la gente te conoce por lo que eres».
Lo que es… Pues que lleva nada menos que 20 cornadas por todo el cuerpo y que tomó la alternativa hace ya la friolera de 16 años. Pero… ¿Y si sus hijos quisieran ser toreros? le preguntaron. ¿Qué contestó? Con un rotundo no.
Genio y figura el matador.
Al finalizar su intervención, que causó risas y lágrimas, un verdadero crack, el alcalde de Villaseca, Jesús Hijosa, le entregó un recuerdo taurino en memoria de los Rivera, que él agradeció enormemente. Emocionó a todos en una charla que condujo a la perfección la periodista Elia Rodríguez, directora del programa taurino de la cadena EsRadio.