Está claro que en el sorteo extraordinario de lotería de Navidad las más felices son las personas que tienen un décimo premiado, ya sea con el gordo, con un tercero o con los números de la pedrea. Sin embargo, ese sentimiento es compartido con las administraciones que reparten el dinero y si, además, como lotera repartes 10.000 millones de pesetas, el 22 de diciembre se convierte en un día inolvidable.
Esta es la historia de Carmen Ousset, que con 21 años -ahora tiene 65- repartió el premio gordo en todas sus series en el sorteo del año 1985, haciendo ricas a muchas familias de Talavera de la Reina (Toledo).
La gestora de la administración de lotería número 3 de Talavera -frente a la estación de autobuses de la ciudad- ha recordado con ENCLM cómo fue el día en que el bombo de Loterías y Apuestas del Estado premió con 25 millones de pesetas al décimo el número 63.369.
Se enteraron por una llamada de Jesús Hermida
Carmen ha contado que el 22 de diciembre de 1985 estaba en la administración -propiedad de sus padres en ese momento- con la radio puesta, medio de comunicación que utilizaban para enterarse de los números que iban cantando los niños de la Residencia-Internado San Ildefonso.
«Es cierto que nos sonaban los números que salían del bombo, pero con los que se venden es imposible acordarte exactamente», ha señalado.
En un momento de la mañana recibieron una llamada del periodista Jesús Hermida, que estaba en directo en la radio y que les comunicó a Carmen y a sus padres que habían vendido el primer premio del sorteo.
En helicóptero para cubrir la noticia
Al poco, ha recordado Carmen, empezó una «gran afluencia de público» en la administración para celebrar el gordo, e incluso, ese mismo día, helicópteros de medios de comunicación de varias partes de España aterrizaron en el campo de fútbol para cubrir la noticia.
Días después, la BBC de Londres acudió a a la casa de Carmen y su familia para entrevistarles: «Era un acontecimiento histórico», se ha enorgullecido.
El dinero que repartieron supuso una inyección «muy importante» para la ciudad, puesto que sirvió para que los premiados se compraran fincas, pisos, coches, construyeran casas…
Esos 10 mil millones de pesetas se repartieron en décimos vendidos en la propia administración, también como participaciones en la sociedad de pescaderos y cazadores de Talavera y en una tienda de la ciudad.
También llegaron al banco Santander de Herrera del Duque (Badajoz), pues en esta entidad bancaria trabajaba el padre de Carmen, que llevaba «alguna participación» del número premiado.
Se hizo evento a beneficio de los niños que cantaron el premio
La gestora posa para ENCLM con la bola de madera original que descubrió el número que tantas alegrías dio en el sorteo de Navidad de 1985.
Lo conserva desde un evento que, poco tiempo después de dar el gordo, organizó la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha en el hotel Beatriz de Talavera para celebrar la efeméride y recaudar dinero para pagarles los estudios a los niños de San Ildefonso que cantaron el número.
En ese acto, los menores replicaron el momento que se vivió en Madrid durante el sorteo y, una vez finalizado, le regalaron la bola de madera a Carmen, que guarda en la administración talaverana.
La gestora ha asegurado que, pese a tantos años trabajando, mantiene la ilusión como el primer día y confía en volver a dar el gordo porque «sabes que el día 22 diciembre es verdad y sabes que puede tocar».