Castilla-La Mancha es una de las quince comunidades autónomas que se encuentran hoy en alerta, concretamente amarilla por viento y nieve, lo que supone una mejoría respecto ayer donde dos provincias, Toledo y Ciudad Real, estaban en alerta naranja (riesgo importante).
Dicho nivel de alerta es el que mantiene la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en Andalucía por fuertes vientos con rachas máximas de 90 km/hora en Almería y Cádiz; Granada, Málaga y Cádiz tienen aviso naranja por fuertes lluvias y en Córdoba, Jaén y Sevilla hay alerta amarilla (riesgo) por lluvias.
Cantabria sigue en alerta naranja por vientos costeros del oeste con fuerza 7 arreciando temporalmente a 8 ó 9 y olas que alcanzarán entre 4/7 metros de altura.
Galicia tiene aviso naranja por fenómenos costeros adversos y por nevadas que en el sur de Orense tendrán una acumulación de 10 centímetros, el País Vasco sigue en alerta naranja por vientos costeros del oeste fuerza 7 y olas de 4 a 7 metros.
En Asturias hay alerta naranja por fenómenos costeros adversos en el litoral con viento del oeste y olas de 5 a 7 metros.
Murcia y la isla de Mallorca tienen aviso naranja por vientos costeros y áreas de mar muy gruesa, y en Ceuta hay alerta naranja por rachas máximas de viento de 90 kilómetros por hora.
La comunidad de Aragón tiene alerta amarilla por rachas de viento de hasta 80 kilómetros hora en todas sus provincias y alerta amarilla en la provincias de Huesca por nieve en zonas del Pirineo oscense, mientras que Extremadura y la Rioja mantienen la alerta amarilla por nieve.
La Comunidad de Valencia, en alerta amarilla por viento o fenómenos costeros adversos.
Cataluña está en alerta amarilla por viento, lluvias o nieve y en Madrid hay alerta amarilla por nevadas en la sierra con una acumulación de 10 centímetros de espesor y alerta por rachas de 80 kilómetros por hora en el área metropolitana, Henares, el sur, las vegas y la zona oeste.
La Aemet avisa de que con la alerta naranja existe un riesgo meteorológico importante, fenómenos meteorológicos no habituales y con cierto grado de peligro para las actividades usuales, y con la amarilla no existe riesgo meteorológico para la población en general, aunque sí para alguna actividad concreta.