Castilla-La Mancha es la comunidad autónoma con menos recursos por alumno para los servicios esenciales universitarios, 4.930 euros, según el informe «La Universidad Española en Cifras 2013-2014» de la organización de rectores Crue.
El estudio, presentado hoy, también constata una enorme disparidad regional, que va desde la caída del 41,3 por 100 en la financiación estructural universitaria de Castilla-La Mancha, hasta el incremento del 5 por 100 en Asturias y del 1,4 por 100 en Andalucía.
Asimismo, País Vasco es la comunidad que dispone de más recursos por alumno para los servicios esenciales universitarios (8.769 euros), seguida de La Rioja (8.568) y Navarra (8.160), y en el extremo opuesto están Castilla-La Mancha (4.930), Baleares (5.194) y Extremadura (5.487).
La cuantía media de la beca por alumno de las universidades públicas presenciales fue de 2.562 euros en el curso 2013-2014, incluido el importe de la matrícula, con lo que retrocedió a niveles de 2004-2005 tras aumentar constantemente hasta 2012-2013 (3.256 euros).
Los precios públicos de matrícula subieron desde 2008, sobre todo, en Cataluña (158,4 por 100), Madrid (117,3 por 100) y Comunidad Valenciana (93,9 por 100), y menos en Galicia (5,1 por 100), Andalucía (9,7 por 100) y Cantabria (10 por 100).
El coste de las matrículas para los alumnos «se ha ampliado de forma progresiva, agudizando las diferencias» entre comunidades desde la aprobación del real decreto ley de 2012 de racionalización del gasto público en educación.
Cataluña es donde las tasas universitarias suponen un esfuerzo mayor sobre la renta per cápita (7,5 por 100); y País Vasco, donde menor (3,4 por 100).
En el curso 2013-2014, el número de ayudas del Ministerio de Educación a estudiantes de carreras se incrementó en un 41,12 por 100 en comparación con 2008-2009, pese al «endurecimiento» de las exigencias académicas para la obtención y renovación.
El estudio de la Crue atribuye el aumento de becarios a la pérdida generalizada de ingresos de los españoles durante la crisis (-6,62 por 100 entre 2008 y 2013), de forma que más alumnos cumplen con los requisitos de renta familiar para conseguir beca.
España es el cuarto país de la UE donde el importe anual medio por matrícula de grado fue más alto en el curso 2013-2014 (1.257 euros), de acuerdo con un informe de la Comisión Europea (National Student Fee and Support Systems) citado por la Crue, por detrás de Reino Unido (4.409), Irlanda (2.500) e Italia (1.300).
Entre 2010 y 2013, la reducción de la financiación y las limitaciones de reposición de bajas por jubilación supusieron una pérdida de 8.419 empleos públicos universitarios (4.943 profesores a tiempo completo).
Las universidades ingresaron 422 millones de euros más (36,3 por 100) por la subida de los precios de matrícula en ese período, pero la financiación estructural conjunta que recibieron de las administraciones públicas cayó en 1.082 millones (-16 por 100), con una pérdida de 660 millones.
La «pronunciada y acelerada» reducción de recursos ha forzado una disminución de gastos liquidados por las universidades públicas de 1.172 millones de euros (-11,8 por 100) entre 2010 y 2013.
Las transferencias corrientes cayeron un 17,3 por 100 y las inversiones reales se desplomaron un 30,8 %. Los gastos en personal se redujeron un 5,7 por 100.
El gasto público universitario de 2013 (8.774 millones de euros) bajó a niveles de 2006.
Otros indicadores señalan, por el contrario, que ha mejorado en un 21,7 por 100 el rendimiento académico de los alumnos de las universidades públicas (créditos aprobados sobre matriculados) y se ha corregido en parte el desfase entre oferta y matriculación en carreras con demanda baja.
Las titulaciones con menos de 20 alumnos de nuevo ingreso eran el 11,51 por 100 en el curso 2013-2014, cuando representaban el 18 por 100 en 2008-2009.
La producción científica española creció un 40,1 por 100 (2008-2012) aunque la financiación de la investigación se redujo más del 32 por 100 (2008-2013).
El informe, basado en datos de las universidades, ha sido dirigido por Juan Hernández Armenteros (Universidad de Jaén) y José Antonio Pérez García (Politécnica de Valencia).