Castilla-La Mancha perdió 17.558 residentes en 2013 con lo que su población a fecha 1 de enero de 2014 se sitúa en 2.076.833 habitantes, según las cifras de población y la Estadística de Migraciones de 2013 difundida hoy por el Instituto Nacional de Estadística.
El saldo migratorio (diferencia entre quienes llegan y quienes se marchan) fue negativo en 9.172 personas en Castilla-La Mancha.
La pérdida de población durante 2013 ha sido generalizada en las comunidades autónomas, encabezadas por La Rioja, con una caída del 1,20 %, Cataluña (0,92 %) y Castilla y León (0,90 %), mientras que en Castilla-La Mancha el descenso ha sido del 0,84 %.
Únicamente aumentó en Baleares (0,47 %), Canarias (0,46 %) y la ciudad autónoma de Melilla (0,06 %).
En cuanto al saldo vegetativo (nacimientos menos defunciones) ha sido positivo en 1.090 personas en la comunidad autónoma, aunque los evaluadores migratorios con el extranjero y con otras comunidades autónomas ha sido negativo en 9.172 y 9.476 personas, respectivamente.
Precisamente, Castilla-La Mancha tuvo durante 2013 el dato más negativo en el saldo migratorio entre comunidades autónomas.
En el ámbito nacional, en 2013 más de medio millón de personas abandonó España y sólo 291.041 decidieron venir, lo que hizo que a 1 de enero de 2014 la población se situara en 46.507.760 habitantes, un 0,4 % y 220.130 personas menos que un año antes, lo que indica el segundo descenso de población en España desde que hay datos (1971).
El descenso de la población se ha intensificado respecto al año anterior cuando la población se redujo el 0,19 %.
Las causas de la menor población se encuentran en la caída del número de extranjeros, ya sea porque regresan a sus países o porque consiguen la nacionalidad española, y a la salida de ciudadanos españoles en busca de trabajo.
Así, a lo largo de 2013 la cifra de extranjeros se redujo un 7,8 % hasta las 4.676.022 personas.
El saldo migratorio (diferencia entre quienes llegan a España y quienes se marchan) fue negativo en 256.849 personas (llegaron 291.041 procedentes del extranjero y se marcharon 547.890), una cifra un 80,2 % superior a la de un año antes y que estuvo basada en el descenso del 4,3 % de la inmigración y el aumento del 22,7 % de la emigración.
En conjunto, el descenso poblacional durante 2013 fue fruto de un saldo vegetativo (nacimientos menos defunciones) positivo de 36.719 personas y del saldo migratorio negativo de 256.849 personas.
En el caso de los españoles el saldo migratorio también fue negativo en 45.913 personas. La diferencia entre las 79.306 que personas que se marcharon, (38,5 % más que un año antes) y las 33.393 que regresaron, en su mayoría procedentes de Cuba, Venezuela, Francia, Reino Unido y Estados Unidos.
Los españoles que optaron por salir del país suponen el 14,5 % del total de las personas que lo hicieron (547.890).
De esos casi 80.000 españoles que emigraron, 52.160 habían nacido en España, mientras que el resto lo hizo fuera y después adquirió la nacionalidad.