«Iba como un pavo real por la calle Ancha, en Toledo, minutos antes de mi ordenación como sacerdote, de esto hace poco más de 30 años, y vi un mendigo que tenía ese cartel que hemos leído muchas veces: tengo seis hijos, ayúdeme… En ese momento me entraron las dudas: le doy, no le doy… Pasé a su lado y tocó: no le doy. En ese momento, al pasar a su lado, me gritó: ¡Padre, ni siquiera usted puede darme algo!».
SJ NO PUEDE VERE LA GALERÍA DE IMÁGENES, PINCHE AQUÍ
Entonces…
«Entonces el pavo real se vino abajo y me quedé descompuesto. Llegué a la imprenta donde iba y tenía ese ronroneo en la cabeza. Terminé y salí corriendo para darle algo a ese mendigo, pero ya no estaba. Fue hace 30 años y no lo he olvidado nunca. No supe reconocer el rostro del Señor cuando se puso en mi camino».
El testimonio es del padre Christopher Hartley, misionero toledano protagonista del libro «Esclavos en el paraíso», de Jesús García, ejemplar que se ha presentado durante la tarde del lunes 19 en Toledo.
Un libro que narra la historia de Christopher en los bateyes de la República Dominicana, junto a los haitianos que trabajan la caña de azúcar en condiciones de esclavitud y que llevó al padre misionero a enfrentarse con algunas de las personas más poderosas del país caribeño (pinche en este enlace para ver casi 200 fotografías de esta terrorífica historia:
http://www.encastillalamancha.es/noticia/15319/wwwencastillalamanchaes), lo que obligó a la Iglesia a sacarle de allí años después tras recibir continuas amenazas de muerte.
«REPÚBLICA DOMINICANA ME CAMBIÓ LA VIDA PARA SIEMPRE»
«Llegué a República Dominicana en 1997 y fue una aventura que sacó de mí todo lo que llevaba dentro. Porque nadie es tan rico que no necesite de otro y nadie es tan pobre que no pueda dar nada a los demás. Siempre quise ser misionero, siempre soñé con ir al sitio más lejano. Soñé con arar, con abrir surcos donde nunca había arado nadie».
Christopher Hartley echa de menos a los trabajadores haitianos a los que ayudó a entender que también tenían derechos y que no eran bestias. «Para mí los pobres ya no son una teoría, tienen nombres y rostros concretos. República Dominicana me cambió la vida para siempre, fue mi Rubicón, mi antes y mi después».
«LA HISTORIA DE CHRISTOPHER ES DESCOMUNAL, ES UNA EPOPEYA MISIONERA»
Si emocionante fue la historia que relató el padre misionero, emotiva fue la del autor del libro, Jesús García, quien recalcó que la historia que había escrito era «mediática, libertaria y revolucionaria. Porque la historia de Christopher es descomunal, es una epopeya misionera».
Jesús fue a los bateyes antes de escribir el libro, «y cada noche me acuerdo de ellos. Siempre a la misma hora, al anochecer, que es cuando los trabajadores se quedan a oscuras hasta que no vuelve a salir el sol». Y matizó que durante todo este tiempo «he discutido mucho con Christopher, pero me quedo con la sonrisa de los pobres cuando yo pronunciaba su nombre».
«NO SON HÉROES, SON ÚNICA Y EXCLUSIVAMENTE MISIONEROS»
Presentó el acto Jesús López Muñoz, delegado de Misiones en Toledo, quien resaltó la inmensa labor que realizan los misioneros por el mundo, «no son héroes, son única y exclusivamente misioneros. Hay 164 misioneros toledanos por el mundo entero, y son 164 historias iguales».