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Medio ambiente 18/08/2016junio 7th, 2017

El Grupo de Investigación del Agua, en el que participan científicos del Real Jardín Botánico y del Museo Nacional de Ciencias Naturales, ha detectado una pérdida «notable» de diversidad biológica en el parque nacional de Las Tablas de Daimiel (Ciudad Real) desde 2009 hasta hoy. Así lo ha explicado en un comunicado este Grupo de Investigación de estos dos centros del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), que también están apoyados por investigadores de la Universidad de Vigo. 

Este equipo científico, que desde 1989 ha venido realizando un seguimiento de la calidad ambiental en este parque nacional, ha llevado a cabo en Las Tablas un estudio de la pirámide trófica, es decir, de lo que ocurre con la flora y la fauna microscópica base de la alimentación de otras especies, entre ellas la avifauna.


Según el científico del Real Jardín Botánico de Madrid Santos Cirujano, la primera conclusión del trabajo es que «desde 2009 hasta estos momentos en Las Tablas de Daimiel se han experimentado cambios muy bruscos relacionados con los aportes hídricos, con la calidad del agua y con la presencia de peces exóticos introducidos».

Los investigadores han sintetizado los acontecimientos más importantes de Las Tablas en los últimos años, desde 2009 cuando el parque estaba completamente seco y las turbas de una gran parte del mismo estaban ardiendo.

A partir de 2010, y hasta la actualidad, Las Tablas han estado completamente llenas de agua dando lugar a un periodo de inundación permanente del que no se tienen registros desde que se empezó a realizar el seguimiento de este parque nacional en 1989.

Sin embargo, la entrada de aguas con deficiente calidad se ha prolongado, al menos, desde el verano de 2010 hasta 2015, y junto a la citada inundación permanente han provocado el hiperdesarrollo de las poblaciones piscícolas y la aparición de una nueva especie exótica -el pez gato-, desconocido en Las Tablas de Daimiel hasta 2010.

Estos factores, señala Cirujano, han incidido en el dinamismo del ecosistema y en «la ausencia de vegetación sumergida» que antaño cubrían los suelos subacuáticos y que son «un excelente indicador de la calidad ambiental de este humedal».

También ha influido de forma negativa la ausencia «prácticamente total» de zooplancton, que constituye el alimento de los animales de mayor tamaño, y la pérdida de la riqueza ornitológica característica de este parque nacional.

Santos Cirujano resume de forma gráfica la situación en Las Tablas de Daimiel desde el año 2010: «tienen mucha agua pero escasa diversidad biológica».

En este estudio han trabajado, además de Cirujano, la investigadora del Real Jardín Botánico Natalia Guerrero y Miguel Álvarez Cobelas, del Museo Nacional de Ciencias Naturales.

Asimismo, la Estación Limnológica de la Universidad de Vigo, bajo la dirección del científico Fernando Cobo, ha sido la encargada de evaluar la carga piscícola del parque y la base alimentaria de los peces introducidos que han colonizado Las Tablas, como carpas, carpines o el pez gato.

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