El Centro de Estudios y Recuperación de Fauna Amenazada (CERI) ubicado en Sevilleja de la Jara (Toledo) recibió en 2015 un total de 852 animales, de los cuales 583 ingresaron con vida, siendo los meses de junio, agosto y septiembre los más activos en el número de entradas.
Así lo han señalado en nota de prensa desde la Delegación de la Junta en Toledo, tras la visita que ha llevado a cabo a estas instalaciones el director provincial de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural, José Manuel Martín.
Del total de ejemplares ingresados en el CERI el pasado año, 579 (el 67 %) fueron aves rapaces, tanto diurnas como nocturnas, y en su mayoría ratoneros diurnos, cernícalos comunes y búhos reales.
El 27 % de los animales recibidos eran aves no rapaces, entre ellas 57 cigüeñas blancas, de las cuales 17 entraron en forma de huevos que pudieron ser incubados y sacados adelante en el centro para, una vez completado su proceso de crecimiento, devolver a los pollos a su medio natural.
Por último, el 4 % de los ejemplares eran mamíferos y el resto reptiles.
En cuanto a las causas de estos ingresos, la mayoría se han debido a traumas diversos que no han podido ser precisados, electrocuciones o colisiones con tendidos o vehículos.
Aunque no tan numerosas, en el CERI también se han producido, como todos los años, distintas entradas de animales que han sufrido posibles envenenamientos, disparos y decomisos, en cuyos casos participan activamente los agentes medioambientales.
El Centro de Estudios y Recuperación de Fauna Amenazada de Sevilleja de la Jara, que gestiona la Consejería de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural, es «un centro de referencia regional y el más antiguo de España».
Además de acoger, diagnosticar, curar y tratar de recuperar para la reintroducción en su hábitat natural a los ejemplares de especies amenazadas recibidos, desde estas instalaciones se desarrollan otras muchas actividades de gran importancia, como la cría y reproducción en cautividad a partir de parejas de especies protegidas que resultan irrecuperables para su reintroducción en el medio natural.
También se llevan a cabo análisis de poblaciones de aves silvestres; actividades de educación ambiental para escolares, investigadores u otros colectivos; el acondicionamiento de nidos artificiales, el arreglo de nidos naturales o el rescate de fauna amenazada.
Asimismo, el centro actúa como laboratorio forense y sirve para detectar enfermedades, posibles epidemias u otras problemáticas ambientales.
Igualmente, el CERE realiza informes que pueden ser utilizados como prueba en procedimientos sancionadores o penales en casos de uso ilegal de venenos, disparos y maltrato animal, entre otras infracciones o delitos ambientales.