Cipriano González, «el Amigo de los Pobres» en Toledo, junto con sus «batas blancas», el grupo de incondicionales que le ayuda durante todo el año en la tarea de recopilar alimentos para después repartirlos, han dado a las personas más necesitadas las tradicionales bolsas de alimentos.
Legumbres, conservas, pasta, azúcar, embutidos… Y en esta ocasión también ropa, toda nueva, y dulces, estaban incluidos en el lote individual que se han llevado aquellos que se han acudido a la llamada del hambre.
Cipriano lleva ya muchos años sin faltar a su habitual cita vespertina casi todos los últimos jueves de mes. Y en esta ocasión no podía ser menos.
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