La población empadronada en Castilla-La Mancha se redujo en 24.595 personas en 2012, con un descenso de 15.804 inmigrantes, según los datos avanzados por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
El avance provisional del padrón municipal refleja que a fecha de 1 de enero de 2013 había 2.097.293 personas empadronadas en la región, cuando un año antes eran 2.121.888.
Castilla-La Mancha es, junto a Castilla y León, la comunidad autónoma que más población ha perdido en términos relativos, con un 1,2 por 100, cuando en España el descenso fue del 0,4 por 100.
En 2012, España perdió población por vez primera en diecisiete años, con un descenso de 205.788 empadronados hasta los 47.059.033 habitantes.
El descenso más significativo en Castilla-La Mancha se ha producido entre la población inmigrante, pues de los 236.049 censados en enero de 2012 se ha pasado a 220.245 un año después, una disminución de 15.804 personas, el 6,7 por 100 menos.
El peso de la población inmigrante sobre el total ha pasado de ser un 11,1 por 100 a un 10,5 por 100.
En España, el número de extranjeros empadronados se ha reducido en 216.125 (el 3,8 por 100) a lo largo de 2012 hasta los 5.520.133, mientras que el de españoles ha aumentado en 10.337 (el 0,02 por 100), según el INE.
Según estos datos, el 11,7 por 100 de los empadronados en España son extranjeros y 2,4 millones de ellos proceden de la Unión Europea (UE).
El estudio también analiza el tamaño de los municipios, y, de los 919 de Castilla-La Mancha, 628 tienen menos de mil habitantes; 252 tienen entre 1.001 y 10.000; 32 están entre 10.001 y 50.000; seis entre 50.001 y 100.000, y sólo uno, Albacete, por encima de esa cifra.
El reparto de la población muestra que sólo un 8 por 100 vive en esos 628 municipios menores de mil habitantes, un 36 por 100 está empadronado en localidades de entre 1.001 y 10.000 habitantes, un 26,9 por 100 en municipios de entre 10.001 y 50.000, un 20,9 por 100 en ciudades de entre 50.001 y 100.000, y el 8,2 por 100 restante en Albacete.