Los 17 votos que suman PSOE y Podemos en las Cortes de Castilla-La Mancha han sido suficientes para sacar adelante la Proposición No de Ley presentada por ambos partidos y que conlleva que en esta comunidad autónoma no se pague con dinero público los servicios religiosos, de ninguna confesión en centros sanitarios, educativos o sociales.
Blanca Fernández, portavoz del PSOE, y José García Molina, vicepresidente primero de las Cortes y diputado de Podemos.
De esta manera, Castilla-La Mancha propone que se dejen de pagar con fondos públicos los servicios religiosos en las capillas que existen en hospitales públicos, algunos colegios o institutos o dependencias de servicios sociales, ya que la propuesta afecta a cualquier tipo de confesión religiosa, pero de momento solo se pagan servicios de la católica.
De hecho, cada año se destinan unos 400.000 euros a pagar el coste de los servicios religiosos en las capillas católicas de los centros sanitarios de la región, como se recoge en los acuerdos del Estado Español y la Iglesia Católica.
La iniciativa, que ha sido rechazada y duramente criticada por el PP, dice textualmente en su primer punto que se insta al Gobierno de España a “garantizar la libertad de cualquier persona a recibir la atención religiosa que precise de acuerdo a su confesión sin discriminación de ningún tipo”.
Asimismo, las Cortes, con los votos de socialistas y Podemos acuerdan pedir al Gobierno de España “suspender cualquier disposición derivada de acuerdos y convenios internacionales que trasladen la obligación a las comunidades autónomas de financiar con dinero público los servicios religiosos de cualquier confesión particular en el ámbito de los servicios públicos como la Sanidad, Educación o Bienestar Social.
La polémica está servida y el cruce de acusaciones entre los tres partidos también. Ya que entre el PSOE y Podemos, firmantes de la iniciativa, hay diferencias de matiz que han quedado claras en la tribuna.