Castilla-La Mancha acudirá a la Feria Internacional de Turismo (Fitur), la primera cita turística del año, con un stand austero en el que se recuperarán las representaciones in situ y tendrán especial protagonismo las empresas del sector como motor de creación de empleo y riqueza.
«Es un stand que este año va a sorprender, y mucho». Así han resumido a Efe desde la Consejería de Empleo y Economía, departamento que tiene las competencias en turismo, lo que se prevé que sea la presencia de la región en la trigésimo tercera edición de Fitur que se celebrará en Madrid, del 30 de enero al 3 de febrero.
Será la segunda vez que el Ejecutivo de María Dolores de Cospedal acude a la cita turística y volverá a hacerlo con la premisa de austeridad y eficacia con la que -según las mismas fuentes- el año pasado se mejoraron las cifras respecto a ediciones anteriores, al aumentar las visitas al stand y, también, los acuerdos comerciales.
Al igual que en 2012, la región contará este año para condensar su oferta turística con un stand reducido de unos 518 metros cuadrados, lejos de los 3.000 de 2011, a consecuencia de la merma del presupuesto respecto a hace dos años en cerca de un millón de euros, pues se ha quedado en unos 200.000 euros.
A pesar del tamaño del stand, el Gobierno autonómico pretende impulsar el sector turístico castellanomanchego -que representa un 12 por ciento del PIB regional- como potencial para el desarrollo económico y creación de empleo, para lo que trabaja en la colaboración público-privada.
Por ello, tendrán especial atención las empresas privadas del sector y las iniciativas emprendedoras encaminadas a fomentar el turismo, por lo que se pondrá al servicio de los empresarios un espacio denominado «Castilla-La Mancha Emprende».
La consejera de Empleo y Economía, Carmen Casero, ha argumentado que tiene que ser el sector privado quien «marque» al Gobierno regional las líneas fundamentales del turismo en Castilla-La Mancha y, por ello, ha abogado por una oferta unitaria para promocionar la región «con el contacto permanente del sector privado» porque, ha subrayado, es «en definitiva, el que debe generar riqueza».
El objetivo es que los visitantes al stand regional logren descubrir un turismo «vivo, vanguardista y de experiencias» que «se adapta a las necesidades».
También se hará hincapié en las diferentes tipologías turísticas -cultural, cinegético, industrial, enológico o activo- para ofrecer la gran diversidad de la región, orientado a reforzar la idea de un turismo experiencial y de calidad.
Para acercar estas sensaciones y que no se quede en los folletos, este año vuelven los espectáculos con diversas representaciones teatrales o danzas, entre otros, además de una muestra de los productos de la región, como el queso, la miel o el aceite.
En el espacio, ubicado en el pabellón número 7 de Ifema, también estarán representadas las cinco provincias, aunque en esta ocasión, en principio, no hay mostradores para las ciudades Patrimonio de la Humanidad de Castilla-La Mancha, Toledo y Cuenca.
Lo que sí volverá a haber será un mostrador para la Junta de Comunidades, que se unirá a los de las Diputaciones provinciales, los dedicados a las empresas, la salas para reuniones de empresarios y la zona de audiovisuales y atención a medios de comunicación.