Guadalajara está siendo escenario de un momento crucial para las familias de las víctimas de la dictadura. Desde hoy -y a lo largo de entre 10 y 15 días- se está procediendo a la exhumación de 22 cuerpos de personas asesinadas por el régimen, cuyos restos han permanecido hasta ahora en una fosa común en el cementerio de la ciudad.
Este desenterramiento ha sido autorizado por el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número dos de Guadalajara siguiendo un requerimiento de la jueza María Servini, quien, al otro lado del charco, instruye la llamada «querella argentina» contra los crímenes del franquismo. En ella están representadas más de 300 familias y decenas de colectivos.
La exhumación, la primera en España en el marco de esta querella, está siendo llevada a cabo por miembros de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica tras la denuncia interpuesta por la hija de Timoteo Mendieta, un secretario general de UGT de Sacedón fusilado en 1939.
Marco, de la asociación, es una de las personas que dirige la operación de localización e identificación. Desde el mismo cementerio y haciendo un alto en estos trabajos, explicaba a Encastillalamancha.es que la causa judicial comenzó en 2010 y que «han sido seis años de tremenda lucha por parte de la familia y los abogados». Una lucha que ha tenido su recompensa, no sólo para estas 22 familias, sino también para el resto de personas y colectivos que llevan años buscando a desaparecidos.
En España hay oficialmente 120.000 fosas comunes. Alrededor de 1.600 familias trabajan de la mano de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica para recuperar a los suyos. Ante la imposibilidad de hacerlo mediante los tribunales españoles, lo acontecido en Guadalajara les abre una posibilidad real para dar un entierro digno a sus allegados acudiendo a la justicia internacional.
Además de la hija y los nietos de Timoteo Mendieta, otros familiares de estas víctimas de la represión han acudido hasta el cementerio de Guadalajara para presenciar los trabajos. El registro de enterramiento facilitará la identificación. No obstante, en estos casos siempre es necesario realizar la prueba del ADN, que deberá hacerse en Argentina, «algo que debería avergonzar al Estado español», indicaban en la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica.
Imagen publicada en Twitter por @ARMH_Memoria de la exhumación iniciada en el cementerio de Guadalajara.