En la imagen, un águila imperial ibérico surca los cielos. En Castilla-La Mancha queda, aproximadamente, unas 150 parejas de este gran cazador. Foto: J.P. Castaño.
Son especies en peligro de extinción, por lo que su cuidado debe ser extremo. Rapaces que cazan presas para alimentarse y que utilizan sus picos y garras afiladas para hacerlo. En Castilla-La Mancha, el censo oficioso es el que les detallamos a continuación (cifras aproximadas porque es prácticamente imposible conocer el número real), ofrecido por los agentes medioambientales:
Hay 150 parejas de águilas imperiales ibéricas; 80 parejas de águilas perdiceras, especie que, por cierto, se encuentra en estado crítico de conservación, tal y como han señalan las fuentes consultadas; y unos 400 buitres negros.
A estas rapaces hay que añadir que en la comunidad autónoma hay unas 40 parejas de cigüeñas negras o, bajando ya a la tierra, dos manadas de lobos, que se encuentran en la Sierra Norte de Guadalajara.
Además, nos encontramos con el lince, considerado como el felino más amenazado del mundo y que en Castilla-La Mancha ha vivido sus particulares peripecias en los últimos tiempos. Hay dos o tres en estado silvestre que se encuentran en la franja que separa Andalucía de CLM y que se puede considerar que están viviendo, de forma más o menos estable, en nuestra región. A los que hay que sumar los que se han soltado a la vida real tras ser criados en cautividad. El último ejemplo, los dos que dejaron libres hace unos días en Mazarambroz (Toledo).
Águila perdicera. Foto: J.P. Castaño.