Los policías nacionales José Luis Bódalo y Florentino Pulido han sido hoy condecorados con la Cruz al Mérito Civil por su meritoria actuación en el terremoto sucedido en Haití en enero de 2010 y su decisiva ayuda en la salvación de la vida del entonces embajador de España. El acto, que ha presidido el delegado del Gobierno de España en Castilla-La Mancha, Jesús Labrador, ha contado con la presencia del embajador de España en Haití, Manuel Hernández, que ha realzado aún más el galardón por las dificultades que entrañan «prestar la seguridad» en un país que el sexto más pobre del mundo y en el que el 80 por 100 de su población vive bajo el umbral de la miseria.
Hernández ha explicado que en el terremoto de enero de 2010 la acción de los dos condecorados «salvó la vida al embajador, que estaba en unos de los edificios que se vino abajo, donde estuvo atrapado entre los escombros durante dos horas».
«Pero no solo se les reconoce por ese acto heroico, sino por su dedicación profesional, disposición permanente y su eficacia», ha elogiado el embajador, lo que demuestra «la enorme calidad del Cuerpo Nacional de Policía (CNP) y el orgullo que supone para España contar con hombres y mujeres como ellos», ha puntualizado.
Hernández ha resaltado con orgullo «el trabajo de Florentino y José Luis, que ha sido reconocido por el Rey». «Son más que dignos representantes del Cuerpo fuera de nuestras fronteras», ha zanjado.
Por su parte el delegado del Gobierno, Jesús Labrador, ha comenzado dando las gracias a los dos policías «por haber demostrado lo que son y cómo son los componentes de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado (CFSE)».
«En vosotros se reconoce algo que se valora por nuestros ciudadanos; la Cruz al Mérito Civil reconoce la ayuda constante a lo ciudadanos, a la población, no solo al vigilar su seguridad, sino ejerciendo una labor integral, callada, concienzuda tanto en España como fuera de nuestras fronteras», ha mantenido.
Labrador se ha referido a las experiencias que les han contado: «Dormir varios meses entre coches y rodeados de cadáveres, entre ruinas, sin posibilidad de actuar al ser una misión ingente para una sola persona», ha citado; «también nos han contado cómo rechazaron volver a España», ha agregado.
«Son un ejemplo de profesionalidad y solidaridad al demostrar lo que es España y somos los españoles», ha elogiado, «la evidencia de una vocación de servicio que no se queda solo para nuestra gente y nuestra tierra, sino también se aplica al servicio de la sociedad internacional», ha añadido.
Labrador ha aprovechado la ocasión para trasladar su «plena confianza y admiración a los miles de agentes de una de las instituciones mejor valoradas por los ciudadanos, el Cuerpo Nacional de Policía, por su compromiso de solidaridad y de ayuda al prójimo», ha destacado.
Por su parte, el jefe superior de la Policía Nacional de Castilla-La Mancha, Juan Carlos Ortiz, ha resaltado la «labor callada, metódica» del Cuerpo no solo en la prevención y represión de hechos criminales «sino también en misiones humanitarias».
En un acto al que también han asistido el comisario de Toledo, Francisco Herrero, y el inspector jefe de Talavera, Martín García, el jefe superior ha elogiado a los dos distinguidos y ha tenido un especial recuerdo para la subinspectora Rosa Crespo, «que murió allí en Haití haciendo una importantísima labor».