La presidenta regional, María Dolores Cospedal, ha destacado la labor «callada, constante y pausada» del Consejo Consultivo de Castilla-La Mancha.
Cospedal se ha reunido en su sede de Toledo con los miembros del Consejo, que ha definido como un órgano «extraordinariamente importante» porque sus dictámenes suponen «garantía» y «aval de legalidad» de la acción del Gobierno regional y los ayuntamientos.
La presidenta regional ha agradecido, además, la «excelente calidad» de sus dictámenes y la «gran profesionalidad» de los empleados y letrados del Consejo, que tiene un único objetivo: «velar por el cumplimiento de la legalidad».
En este contexto, Cospedal ha destacado los 59 decretos del gobierno regional sobre los que ha informado el Consejo, además de las proyectos normativos y disposiciones normativas que ha estudiado tanto del ejecutivo como de los ayuntamientos de la región.
«Gracias por su independencia, que la tienen, porque siempre hacen propuestas, que nos gustan más o menos a los gobiernos, pero siempre sabemos que las hacen velando por la legalidad», ha subrayado.
En esta misma línea se ha expresado el presidente del Consejo Consultivo de Castilla-La Mancha, Emilio Sanz, quien ha destacado el «respeto sincero» que el Gobierno Regional ha tenido con la «independencia y objetividad» de la institución.
Antes de la reunión, Cospedal ha visitado la sede del Consejo Consultivo, situada en un edificio del casco histórico de Toledo que, a lo largo de la historia, ha sido Casa de la Moneda, convento, fábrica de armas, de mazapán y estafeta de correos, y entre sus moradores ha tenido, por ejemplo a Rodrigo de Rota, a quien se le atribuye la primera parte de la Celestina.
Tanto en la reunión como en la visita previa han estado presentes todos los consejeros del órgano consultivo, a excepción de Enrique Díaz Reborío, quien, precisamente hoy, ha sido investido doctor honoris causa por la Universidad peruana de Cajamarca.