La presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, ha animado a visitar la Semana Santa de Toledo, en particular, y de Castilla-La Mancha, en general, y ha destacado que es un «encuentro» entre devoción y tradición cultural y, además «un polo de atracción turística» importante.
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Cospedal ha visitado los pasos de Semana Santa de la toledana Iglesia de San Juan de los Reyes, acompañada por el presidente de las Cortes de Castilla-La Mancha, Vicente Tirado; miembros de la Junta de Cofradías de Toledo y el franciscano Carlos Bermejo.
En declaraciones a los periodistas, Cospedal ha destacado la «importancia» que tiene la Semana Santa en Castilla-La Mancha y se ha referido a cómo se vive esta tradición en la región.
«Es verdad que para muchas personas son vacaciones, y está muy bien y es bueno disfrutar de un descanso merecido, pero la Semana Santa, al menos en Toledo y en Castilla-La Mancha, es mucho más», ha dicho.
En este sentido, ha señalado que la Semana Santa castellanomanchega es «una suerte de encuentro» entre devoción, tradición cultural y «lo que debe ser un polo de atracción turístico muy importante para nuestra región».
«ESPECTACULAR» SEMANA SANTA DE TOLEDO
Ha aludido a la «espectacular» Semana Santa de Toledo, no solo por sus pasos sino por los lugares por los que transcurren las procesiones, y también se ha referido a las de Cuenca o Hellín, entre otras.
María Dolores de Cospedal ha resaltado la forma en que viven «interiormente» la Semana Santa muchos castellanomanchegos y españoles.
La presidenta de Castilla-La Mancha ha animado a visitar la Semana Santa de Toledo, Cuenca o cualquier otra ciudad de la región: «pueden vivir su devoción y, también, disfrutar de un merecido descanso y practicar un turismo cultural y religioso para el que estamos muy bien preparados, y serán muy bien recibidos».
La presidenta de Castilla-La Mancha ha agradecido, asimismo, el «esfuerzo» que cada año realizan los cofrades y hermanos que salen en procesión «y nos hacen disfrutar con nuestra tradición religiosa y cultural».
Por su parte, el presidente de la Junta de Cofradías de Toledo, Antonio Torres, y el hermano mayor de la Cofradía del Santísimo Cristo de la Humildad, Luis Bolado, han agradecido la visita de Cospedal y el interés que ha demostrado por la Semana Santa de Toledo y, en general, de Castilla-La Mancha.
Asimismo, el franciscano Carlos Bermejo, guardián de San Juan de los Reyes, ha hecho una petición para vivir la Semana Santa «en cristiano».
EN CUENCA
Cospedal visitó también la iglesia de El Salvador de Cuenca, donde ha subrayado la importancia de la Semana Santa de la ciudad.
La presidenta regional ha recorrido con la Junta de Cofradías el interior del templo, donde varias imágenes de la Semana Santa conquense esperan poder desfilar, si la lluvia lo permite.
Cospedal ha destacado, en unas declaraciones limitadas únicamente a la Semana Santa al encontrarse en el interior del templo, la implicación de los ciudadanos de Cuenca, asegurando que prácticamente todos participan de forma directa en las procesiones y la Semana Santa.
En este sentido, ha manifestado que la importancia de las procesiones de Cuenca trasciende el sentimiento religioso.
«En la Semana Santa de Cuenca se mezclan muchas sensaciones, incluso para los que no son creyentes, como somos muchos castellanomanchegos o muchos conquenses; incluso así despierta admiración la belleza y la devoción de los conquenses en su semana santa», ha asegurado Cospedal.
La presidenta ha invitado a todos los que no conozcan esta Semana Santa, declarada de Interés Turístico Internacional, a visitar Cuenca estos días.
SEMANA DE MÚSICA RELIGIOSA
Ha recordado que las procesiones se combinan con la Semana de Música Religiosa, un festival que según Cospedal «es envidiado en cualquier parte del mundo».
La lluvia ha impedido, por el momento, que salieran a la calle ninguna de las dos procesiones de la Semana Santa de Cuenca, el Domingo de Ramos y Lunes Santo.
Para este Martes Santo, las previsiones de lluvia rondan el 100 por 100 a partir de las 20 horas, cuando está programada la salida, desde el mismo templo de El Salvador, de las primeras hermandades de la procesión del Perdón.