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26/11/2012junio 13th, 2017

Es albaceteña y regresaba a su tierra, «una ciudad que se ha forjado con mucho esfuerzo, con trabajo e ilusión, soportando el paso de muchos, algo que la hizo grande en una encrucijada de caminos». De ahí que haya mostrado su orgullo por la historia de Albacete.

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Hablamos de la presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, durante el acto que conmemoraba los 150 años de la concesión del título de la ciudad a Albacete. Fue el 26 de noviembre de 1862 y se lo otorgó la reina Isabel II. Acto que se ha desarrollado en el Teatro Circo. «Porque esta tierra ha sabido crecerse ante las dificultades, por lo que, igual que lo hicieron nuestros antecesores, tenemos hoy la obligación de dejar a nuestros hijos una ciudad mejor que la que nos encontramos».

Cospedal ha recalcado que hay que trabajar «con ilusión y esfuerzo para que la Albacete de mañana sea todavía mejor que la que hoy disfrutamos. Porque somos «una ciudad de gente generosa, espléndida y de personas acogedoras; una ciudad que, desde los inicios de la Democracia, ha sabido reconocer de manera muy importante, con relación al resto de nuestro país, el valor que tiene el considerar igual a hombres y a mujeres», por lo que destacó que ya han sido dos las alcaldesas que han presidido sus ayuntamientos.

La presidenta regional ha recalcado que las personas que se han asentado en Albacete «nos han hecho tener un carácter abierto, solidario, cosmopolita, que considera que aquello que viene de fuera puede ser bien acogido y ha sabido comprender la necesidad de reformarnos constantemente y adaptarnos al progreso».

Y ha destacado dos de las señas de identidad de la ciudad: la Feria de Albacete, dos veces centenaria y reconocida a nivel mundial; y la cuchillería, la más importante de toda Europa.

SUS AÑOS DE COLEGIO E INSTITUTO EN LA CIUDAD

Cospedal también recordó sus años de colegio e instituto en la ciudad y finalizó su intervención con la lectura de los versos de Azorín quien, de camino a Levante desde el ferrocarril, se refirió a esta ciudad de progreso e industrial como «el Nueva York de La Mancha».

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