Cruz Roja atendió a 69.000 personas en 2014 en la provincia de Toledo, gracias a la generosidad de 17.000 socios y al trabajo llevado a cabo por sus más de 3.500 voluntarios.
Así lo ha destacado en una entrevista a Efe el presidente provincial de la organización, Juan Carlos Santos, quien ha asegurado que el paro es «el verdadero impedimento» para salir de la crisis, especialmente en poblaciones como Talavera de la Reina, con un alto porcentaje de desempleo juvenil.
Santos ha explicado que hace unos años el objetivo de entidades como Cruz Roja era la atención a los inmigrantes, personas que llegaban a la provincia principalmente desde Sudamérica, pero también del este de Europa (Rumanía) y de Marruecos.
Si bien ha agregado que, cuando comenzó la crisis, se produjo un cambio en el perfil de usuarios que demandaban ayuda debido a que la población autóctona comenzó a quedarse sin empleo.
«Los ciudadanos venían de unos momentos de abundancia en los que todo el mundo compraba coches y pisos con unos valores increíbles, cuando se inició un proceso de pérdida de trabajo que hizo que las familias no solo se quedaran sin ingresos una vez terminadas las prestaciones por desempleo, sino que tuvieran que enfrentarse a unas deudas asombrosas», ha precisado.
Según el presidente de Cruz Roja en la provincia de Toledo, 2010 fue el momento de «inflexión», el año en el que comenzaron a acudir a las distintas organizaciones los primeros parados que se quedaron sin prestación.
«Venían desorientados. Creo que por su imaginación nunca se habría pasado que tendrían que recurrir a las instituciones en demanda de cosas tan básicas como alimentos o el pago de recibos de la luz, el agua o el alquiler», ha señalado.
Además, muchos de los inmigrantes que habían venido a España en busca de trabajo regresaron a sus países de origen nada más comenzar la crisis, por lo que las organizaciones tuvieron que dar un giro para hacer frente a las necesidades de otro tipo de personas.
Santos ha afirmado que estos núcleos familiares se han ido adaptando a vivir de manera «precaria» con los recursos de la administración (400 euros) y las ayudas que les ofrecen desde entidades como Cruz Roja, por lo que «sigue habiendo una demanda diaria de ayuda».
En su opinión, «el paro es la verdadera lacra y no hay mejor opción que el empleo para salir del riesgo de exclusión social en el que están muchos de nuestros vecinos».
Su presidente provincial ha recordado que la organización dispone de un «sistema integral» de atención a las personas demandantes de empleo que ofrece orientación, formación, capacitación y acompañamiento en la búsqueda del mismo y que está dando casi un 40 por ciento de inserción laboral.
Cruz Roja trabaja especialmente con una parte de la población en «grandísimo riesgo de exclusión»: jóvenes, mujeres y mayores de 45 años, para dotarlos de «los estímulos necesarios para que piensen en volver a las aulas y capacitarse».
«Nuestra tarea es sacarles del sofá, mostrarles que hay otras posibilidades y oficios que están ofreciendo oportunidades, como el de carretillero, auxiliar de almacén o manipulador de alimentos», ha indicado.
Además de este servicio de formación y empleo y de atención directa a la pobreza, la entidad trabaja con las personas mayores para evitar su soledad y dispone de un servicio de socorro y emergencias que, según Santos, «es todo un ejemplo de eficacia y buen hacer».
El presidente provincial de Cruz Roja ha agradecido la generosidad de los 17.000 socios con los que cuenta la organización en la provincia de Toledo, así como el trabajo que llevan a cabo sus más de 3.500 voluntarios, ya que «es su día a día lo que mantiene la institución».