Cruz Roja Castilla-La Mancha ha atendido en 2015 a un total de 171.125 personas a través de los 29 programas puestos en marcha en la región y que han sido llevados a cabo por el personal técnico de la entidad y por los 17.264 voluntarios con los que cuenta esta organización en la comunidad.
Estos datos los aporta en una entrevista concedida a la Agencia Efe el presidente de Cruz Roja Castilla-La Mancha, Jesús Esteban, quien destaca que las dos «grandes fortalezas» de la organización son la diversidad de opciones y de propuestas de intervención, que pueden ir desde hacer una entrega de alimentos hasta ayudar en la búsqueda de empleo, y el «trabajo en red», ya que Cruz Roja trabaja de forma coordinada con las administraciones.
Esteban destaca que Cruz Roja Castilla-La Mancha cuenta, a fecha 31 de diciembre, con 17.264 voluntarios, 873 más que en 2014, y con 66.556 socios, que son 3.005 más que en hace un año.
La diferencia entre los socios y los voluntarios, explica Esteban, es que los voluntarios dedican parte de su tiempo libre a acciones para ayudar a los demás, mientras que los socios, con sus aportaciones mensuales, trimestrales o anuales, posibilitan que se puedan financiar las acciones que desarrolla Cruz Roja.
Así, subraya que la organización obtiene sus ingresos, principalmente, a través de los donativos de los socios y de lo logrado a través del Sorteo del Oro y, en menor medida de la recaudación del Día de la Banderita y de subvenciones finalistas.
Entre los principales programas puestos en marcha, Esteban destaca el de la lucha contra la pobreza, que en 2015 atendió a 57.111 personas y, en concreto, con el llamamiento «Ahora más que nunca» puesto en marcha de forma específica con motivo de la crisis, se prestó ayuda a 13.484 personas.
Otro de los programas impulsados por Cruz Roja en Castilla-La Mancha es el «Plan de Empleo para Colectivos Vulnerables», que en 2015 atendió a 5.131 personas y permitió 1.438 inserciones.
En este sentido, Esteban lamenta que, debido a las sucesivas reformas laborales, «se ha creado una nueva categoría de trabajadores en España, que son los trabajadores pobres», pues señala que, hace años, «cuando alguien encontraba un trabajo significaba salir de la pobreza y de la situación de vulnerabilidad, pero ahora, con contratos de una hora o de un día y con los sueldos que se pagan, no se consigue salir» de las dificultades.
Sobre el plan de empleo de Cruz Roja, Esteban valora sobre todo que los técnicos de la organización hacen «prospección de empleo» que es «buscar puestos de trabajo» directamente en las empresas, con las que firman convenios para que las personas que realizan itinerarios de formación para la empleabilidad puedan hacer prácticas no laborales, que se convierten en contratos en un 40 por ciento de las ocasiones.
La lucha contra la pobreza infantil es otro de los programas puestos en marcha en Castilla-La Mancha por Cruz Roja y a través del proyecto «Promoción del éxito escolar de niños en dificultad social», que se desarrolla en 33 localidades de Castilla-La Mancha, se ayudó a 2.184 niños.
Esteban explica que este proyecto, desarrollado por Cruz Roja Juventud -a la que define como «la cantera y el futuro» de la organización-, consiste en ayudar a niños de familias en dificultad a hacer los deberes, bien sea por las tardes o los sábados por la mañana, juegan con ellos, les educan en valores y, en muchos sitios, les dan la merienda.
Cruz Roja también ha desarrollado programas destinados a mayores, que han beneficiado a 14.420 personas, 10.000 de ellas en el programa de ayuda a domicilio complementaria, que consiste en facilitar acompañamiento en el domicilio y en salidas o realización de gestiones.
Y otros 4.265 mayores han participado en el programa de envejecimiento saludable, que pasa por la participación en actividades de fomento de la actividad física como gimnasia o uso de los circuitos urbanos.
Para todo ello, Cruz Roja Castilla-La Mancha impartió en 2015 un total de 1.661 acciones formativas, como formación básica de voluntariado, formación para el voluntariado en la intervención social o formación para el empleo e inclusión social, en las que participaron un total de 18.465 personas.
Si bien no se puede trazar un perfil de la persona que acude a Cruz Roja a pedir ayuda, debido a que los programas se dirigen desde niños a mayores, entre el voluntariado sí hay predominio de mujeres de 35 a 55 años, jóvenes y personas mayores, como jubilados y prejubilados.