CSIF ha lamentado la situación que se vive en Castilla-La Mancha en muchos servicios públicos, pero muy especialmente en la sanidad regional, «que atraviesa una situación crítica por los recortes producidos, la falta de planificación, y la desorganización, que provoca desmotivación y desesperación entre los profesionales y muchas carencias de atención para los pacientes, obligados a mendigar asistencia en centros de salud y hospitales».
En un comunicado el sindicato pone de manifiesto que la gestión sanitaria en Castilla-La Mancha ha rebasado barreras inesperadas, por lo que considera que se hace obligado una toma de postura unitaria, radical y decidida para denunciar la postura «arrogante» del Sescam, «que se niega sistemáticamente a la negociación o a escuchar propuestas razonables para seguir adoptando decisiones injustas con los usuarios y discriminatorias con los trabajadores».
Desde CSIF se ofrece la máxima colaboración al resto de sindicatos sanitarios para que la unidad sea la fuerza de «nuestras reivindicaciones» en defensa de los derechos de los profesionales y para demandar una sanidad acorde con las necesidades generales, sin primar las cuestiones monetarias ni la rentabilidad económica de un servicio esencial y necesario.
«Desde la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) se han desmarcado de cualquier tipo de postura unitaria y no han querido escuchar a CSIF, hasta el punto de convocar una jornada de huelga al margen de la unidad sindical. Pero ahora es el momento de trabajar juntos, para impedir que desmantelen la sanidad pública y que desde el Sescam se aprovechen de los cambios normativos en materia laboral para exigir cuentas a trabajadores enfermos, obligarles a denegarse entre ellos las vacaciones y los permisos o imponer jornadas de trabajo maratonianas. Su estrategia se basa en el enfrentamiento, fomentando una guerra de intereses personales que a nadie conviene, generando enfrentamientos y mal ambiente laboral, que perjudica el trabajo en equipo y afecta directamente a la asistencia sanitaria».
CSIF intentará que todos los sindicatos se unan para recuperar lo perdido hasta ahora y para luchar por no perder más derechos, que lo único que provocarán será el deterioro irresponsable e imprudente de la sanidad pública, que determina el nivel de los servicios sociales y del bienestar social, cuestiones que se ponen en riesgo evidente con la actuación dictatorial y despótica del Sescm.
CSIF dice que buscará puntos de encuentro con el resto de sindicatos que quieran una sanidad castellano-manchega moderna, solidaria, eficaz y preocupada por la gente, pues «es nuestra labor, como sindicatos, asegurar una prestación sanitaria de calidad y unas condiciones de trabajo adecuadas para ejercer la sanidad con las máximas garantías para el ciudadano».