«La decisión de no abrir la Bolsa (de trabajo por el Sescam) en el mes de octubre se adopta de forma unilateral e infringiendo lo legalmente establecido y publicado en el DOCM. Tratan de justificarlo con la supuesta negociación fraudulenta de una nueva bolsa, algo que hasta el momento no ha ocurrido y que estamos seguros de que, simplemente, supondrá la imposición por parte del Sescam de una nueva normativa», ha expresado el sindicato CSIF en un comunicado».
CSIF denuncia «este comportamiento dictatorial y sospechamos que los cambios que pretenden introducir vayan en la línea de desproteger a la actual bolsa del control y vigilancia sindical, así como de la objetividad de su baremo», afirman.
El sindicato cree que «se pretende limitar la valoración de la experiencia profesional u otros méritos equitativos y difíciles de manipular, para facilitar la puntuación de informes subjetivos y entrevistas con cargos directivos, intermedios, y demás personal de libre designación y difícil control».
Es por ello que «en CSIF consideramos que el trabajo es un derecho constitucional y el acceso al mismo debe garantizar los principios de publicidad, igualdad, mérito y capacidad, mientras que el Sescam se los salta al paralizar la apertura de la Bolsa de Trabajo e impedir que muchos parados se apunten y ejerzan un derecho constitucional».
Por otro lado, CSIF desconfía «de la negociación que puedan abrir, ya que la experiencia demuestra que puede tratarse de una farsa para cubrir la apariencia legal e imponer por decreto sus propuestas». «Y mucho nos tememos», concluyen, «que estas van por la vía de la discrecionalidad en los baremos, potenciando la valoración subjetiva y la posibilidad de impedir que aquellos con mayores méritos objetivos tengan que ser contratados independientemente de los gustos personales de jefes, directivos y demás responsables de la contratación».