CSIF ha pedido a la dirección del Complejo Hospitalario de Toledo que aplace la puesta en marcha del nuevo sistema de información y gestión sanitaria Mambrino XXI prevista para el domingo 14 de junio. El sindicato argumenta que los profesionales no cuentan con la formación necesaria y que esto puede repercutir en la atención a los pacientes y en el normal funcionamiento del centro.
Según informa CSIF en nota de prensa, entre los trabajadores existe preocupación y un rechazo generalizado por la manera en la que la directora gerente del complejo, Cristina Granados, quiere que entre a funcionar el nuevo sistema y por «el escaso tiempo que han tenido para conocerlo».
El personal sanitario -sobre todo médicos, enfermeros y auxiliares administrativos- han manifestado al sindicato que la formación recibida hasta el momento ha sido «insuficiente» y que «se ha realizado en un entorno de pruebas no adaptado a las necesidades del Complejo Hospitalario de Toledo», «sin posibilidad de prácticas reales ni definitivas», por lo que no se sienten preparados para afrontar con garantías el cambio del sistema. Temen que esto conlleve un colapso en las tareas normales de funcionameinto del hospital y que se incrementen los riesgos para la salud de los pacientes. Igualmente advierten de que se puede perder información clínica.
Además, «se da la circunstancia de que el programa Mambrino XXI no permitiría la integración de los programas de gestión de las unidosis de los medicamentos y se corre un gran peligro con el programa de gestión de realización de pruebas radiológicas de la mama».
Los trabajadores denuncian el desconocimiento de los criterios de calidad para la puesta en marcha de este sistema de información y gestión sanitaria, «habiendo sido planificado por personal no clínico sin conocimientos en la gestión sanitaria especializada», y que «no han contado con los trabajadores directamente implicados en la utilización de dicho programa».
CSIF afirma que es necesaria una mejor planificación y pide que se de más tiempo para su aplicación pues «lo contrario sería una grave temeridad por parte de los actuales gestores sanitarios».