¿Alguna vez te has preguntado cómo se crea un décimo del sorteo extraordinario de la lotería de Navidad? ¿Cuánto tiempo pasa desde que la administración los solicita al Estado hasta que empiezan a venderlo? O ¿cuánto dinero se llevan los loteros por cada décimo vendido?
Las administraciones piden en marzo la lotería de Navidad
La administradora de ‘La talaverana de la suerte’ de Talavera de la Reina (Toledo) Carolina Rivera, ha explicado a ENCLM que los décimos los manda fabricar Loterías y Apuestas del Estado a la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre.
En marzo, los loteros solicitan las terminaciones y números especiales que quieren vender de cara al sorteo de Navidad dentro de un apartado específico de la aplicación de Loterías y Apuestas del Estado.
Entre mayo y junio reciben los albaranes «donde nos dicen qué nos van a mandar» y a finales de junio o primeros de julio llega la lotería, que repasan y comprueban respecto a lo que se detallaba en los albaranes para después sellar la lotería, guardarla en cajas fuertes y comenzar a venderla ese verano, ha explicado Rivera.
Los décimos se pueden vender hasta el día anterior al sorteo incluido, el 21 de diciembre.
Esto gana la administración por décimo vendido
Carolina Rivera ha desvelado que pese a ser el de Navidad el sorteo «en el que más se trabaja», es en el que menos beneficios reportan, pues de cada décimo que se vende la administración se lleva 90 céntimos brutos.
Así, mientras que en los sorteos de los sábados ganan un 6% del coste del boleto, en el de Navidad se llevan un 4,5%.
Además, cuanto menos premios paga la administración, menos cobra esta, ha contado Rivera.
Una vez el premio supera los 1999 euros, el afortunado tiene que cobrarlo en la entidad financiera.
Las papeletas se hacen en imprenta
Por su parte, las papeletas del sorteo de Navidad se hacen por encargo a través de imprentas, un proceso que las administraciones de lotería facilitan a los interesados.
«Una asociación nos manda la imagen que quieren que salga en la participación y el número» para, a partir de ahí, pedir las participaciones a las imprentas con margen de antelación pues «se venden mucho en julio y agosto por las fiestas de los pueblos», ha detallado Carolina Rivera, que ha insistido en que en este proceso «siempre tiene que haber detrás una administración».
De cualquier forma, ha señalado que «a la gente le gusta mucho comprar el décimo tradicional, el dorado», aunque por ticket sirve igual, así como compartir números entre familia y amigos.
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