Las cuentas cuadran, pero no convencen. Ése es el principal punto de discordia, aunque hay otros, entre el cura de San Pedro Palmiches (Cuenca), don Pascual, y los vecinos del municipio. Las posiciones están totalmente enfrentadas.
Los feligreses no entienden dónde ha ido a parar el dinero de la parroquia, unos 3.000 euros, apuntan a este diario; y el sacerdote asegura a encastillalamancha.es que ya se lo ha explicado y que informó incluso con una nota en el panel informativo de la parroquia, pero los conceptos a los que se atribuye el gasto no convencen al pueblo.
Ahora todo está en manos del Obispado, que ha estudiado las cuentas entregadas por el cura y que ha recibido también una carta y firmas de los vecinos del municipio donde le enumeran la situación que están viviendo.
En la localidad conquense de San Pedro Palmiches están bastante disgustados con su cura, don Pascual, como le conoce todo el mundo y quien desde hace unos ocho meses se encarga de esta parroquia.
Las cuentas de la iglesia, cuadrar, cuadran; pero lo que mantiene a los feligreses en vilo son los conceptos que se atribuyen a cada pago.
Todo comenzó cuando los fieles echaron en falta que no se les informaba de los gastos y que no sabían dónde habían ido a parar cerca de 3.000 euros. En ese momento fue cuando decidieron hablar con don Pascual para ver qué había pasado.
Según han contado a encastillalamancha.es algunos de los fieles, en la cuenta bancaria de la parroquia había unos 6.400 euros, a los que habría que sumar unos 1.300 euros que le dieron en mano y que correspondían a donativos y a «la subasta de andas» que se celebra en abril.
Don Pascual publicó en el panel informativo el extracto de las cuentas y, a partir de ahí, los vecinos se hacen más preguntas. Algunos de ellos, consultados por este diario, no entienden qué significan «gastos varios», a los que se destinaron unos 200 euros; «compras litúrgicas», partida que se ha llevado unos 700 euros; limpieza, donde hay unos 240 euros; «varios en mantenimiento litúrgica», unos 335 euros; e incluso aseguran que cobra un poquito más de lo que corresponde en entierros (cuando es 50 euros él pide 60) o misas de difunto (cuando es 15 euros, 30).
«NO ME HE HECHO NINGUNA CUENTA EN SUIZA»
Ante ello, el párroco explicó a encastillalamancha.es que durante una conversación con los vecinos les indicó que «cuando vine había 6.500 euros y ahora hay 5.500 euros» porque tenía que comprar «calendarios, evangelios, luego ha habido unos gastos extraordinarios para acondicionar la casa parroquial… Todo esto con permiso del Obispado, evidentemente».
Don Pascual matizaba que, en ese encuentro, «pusieron el grito en el cielo y me acusan de que yo me he metido en el bolsillo 3.000 euros». Y, a partir de ahí, asegura, «me amenazaron que las cuentas claras, que les tenía que dar facturas, hasta me abuchearon en público».
Por ello, decidió ir a hablar con el vicario general y sus cuentas pasaron a ser estudiadas por el Obispado, desde donde se citó al anterior consejo consultivo, «órgano» que las parroquias pueden tener, donde párroco y un grupo de feligreses se reúnen para ver dónde se gasta y de qué manera, algo que había en San Pedro Palmiches con el anterior cura, pero que don Pascual ha preferido no contar con él.
La reunión era para «el día 27 de julio a las 12 de la mañana», puntualizaba el párroco, que indicaba que «no fueron».
Don Pascual aseguraba que tiene «la conciencia muy tranquila de que no me he hecho ninguna cuenta en Suiza con 3.000 euros».
UNA CARTA AL OBISPO Y FIRMAS DE APOYO
Los vecinos, como no entendían ni las cuentas ni las explicaciones, han escrito al obispo, José María Yanguas Sanz, para que se lo aclare. Una carta acompañada por el respaldo de unas cuatro hojas de firmas, hay que recordar que el municipio tiene menos de 100 habitantes. En ella se enumera al obispo la situación que están viviendo desde que llegó don Pascual.
Los feligreses de San Pedro siguen preguntándose por el gasto en limpieza, cuando «limpiamos con agua»; por las compras litúrgicas, cuando «ni siquiera formas ha tenido que comprar» porque aseguran que el anterior cura se lo dejo todo; no entienden por qué no se ha ingresado el dinero que se le entregó de la «subasta de las andas», unos 210 euros. Sobre ello, el cura puntualizaba que lo tenía en su sacristía (unos 360 euros) y que ya están ingresados, aunque no queda reflejado en el extracto que publicó en la iglesia porque el ingreso lo hizo después.
Los vecinos hablan de que hay más pueblos afectados, él asegura que le quieren en el resto de municipios menos en éste; los feligreses se sienten respaldados con las firmas que han presentado al obispo; y el cura nota el apoyo del Obispado, del que espera que se pronuncie en septiembre.
En el pueblo aseguran que tardarán 10 años en recuperar ese dinero, él recalca que «ese dinero no ha pasado por mis manos». El párroco se siente acosado; los vecinos, engañados porque no ven que haya claridad en las cuentas.
El 31 de julio el Obispado recibió la carta y las firmas de los vecinos, quienes esperan y confían que en breve el obispo les dé una respuesta.