martes, 26 de noviembre de 2024
27/08/2012junio 13th, 2017

Rubén Martín. Sindicalista. Adicto al móvil incluso cuando está de vacaciones. Melómano reconocido, incluso tiene su propio grupo heavy Cover Band, que no es profesional sólo «lo hacemos por pasar el rato, además ésta es la única actividad con la que desconecto totalmente», indica Rubén. Suele aprovechar los días de vacaciones para hacer lo que más le gusta: disfrutar de la música y de su familia.


«Mi niña mayor nació en 1996. Te cambia la vida y centras las vacaciones en función de las niñas», indica Rubén, quien matiza que «aprovecho para leer y escuchar música. No soy de bajar a la playa, pero bajamos a la playa porque hacemos castillos con las niñas y te lo pasas bien. Luego te subes, comes y tu cafetito en la terracita».

Al final las vacaciones de Rubén son «más típicas imposibles», pero es el tiempo que aprovecha para hacer aquellas cosas que durante el año laboral no puede realizar.

Antes de llegar a Oropesa del Mar, las vacaciones eran diferentes. «Yo solía ir mucho a Portugal. Soy de Extremadura, viví 16 años en Coria, pero mi familia son de Losar de la Vera y mi hermano de Plasencia. Y como estamos muy cerca de Portugal, pues lo aprovechamos. Hemos ido a Lisboa, donde se está muy a gusto, está lleno de españoles y las playas son más pequeñas y el agua es más fría», explica Rubén, quien puntualiza que «lo que realmente me gusta es hacer turismo cultural».

Así que de «Portugal hemos ido a parar a Oropesa del Mar», indica Rubén, quien indica que «Oropesa ha sido un destino que hemos elegido por casualidad. Un día estábamos viendo en qué zonas podíamos estar bien con las niñas y encontramos un apartamento grande, que miraba al mar, la calles peatonales y la playa estaba bien».

LO QUE NUNCA PUEDE FALTAR

Y aquello que nunca puede faltar en el verano de Rubén Martín se resume en música, lectura y, por supuesto, el móvil. «Cuando estoy fuera, normalmente estoy con el móvil encendido. Y recibo llamadas de trabajo. El móvil me da más tranquilidad, me gusta tenerlo encendido. Cuando me voy de vacaciones, le doy prioridad a mi familia, pero el sindicato siempre está ahí, me gusta estar atento», comenta Rubén.

Un día normal en las vacaciones de Rubén es «levantarme, ir a por el periódico y los churros. Desayunar tranquilamente y bajar a la playa. Hacemos castillos y luchamos contra las medusas y luego nos subimos a comer. Descansamos un ratito y vuelta a la playa donde seguimos con los castillos, paseamos por la arena, subir, bajar, el agua y, al final, acabas rendido». En definitiva, «un verano de lo más típico, pero yo soy así».

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