El Foro Ambiental de Castilla-La Mancha ha denunciado públicamente la intención de la Junta de sustituir a los especialistas de los centros de aves rapaces y fauna silvestre de la región por personal «sin experiencia ni especialización».
Según informa Ecologistas en Acción en un comunicado, si esta propuesta se lleva a cabo, a partir de enero los ejemplares enfermos o heridos de especies más sensibles como el águila imperial o el lince ibérico pasarán a una situación de «riesgo sin precedentes».
Y ello, afirman, porque estos ejemplares van a ser atendidos por veterinarios de ganadería que carecen de formación y vocación para tratar a la fauna silvestre de Castilla La Mancha, cuya atención tanto clínica como forense requiere de una alta especialización.
Así, los centros de El Chaparrillo (Ciudad Real), el CERI de Sevilleja de la Jara (Toledo), El Ardal (Cuenca) y Albacete «dejarán de contar con veterinarios especialistas y técnicos en el manejo de fauna silvestre (uno por cada centro), si finalmente se pone en práctica la propuesta del director general de Ganadería de la Junta, Tirso Yuste Jordán.
Según el Foro Ambiental de Castilla-La Mancha, los centros de recuperación de la fauna de la región gestionan un promedio de unos 3.000 casos al año, pertenecientes a más de 150 especies diferentes.
Del total de casos atendidos, unos 300 pertenecen a especies en peligro de extinción y vulnerables (águila imperial ibérica, águila-azor perdicera, cigüeña negra, lince ibérico, alimoche, milano real, buitre negro, garcilla cangrejera, aguilucho cenizo, águila pescadora, etc.).
En cuanto al supuesto ahorro argumentado para prescindir de estos especialistas, señalan que la consejería está enviando «a toda prisa a los que serían nuevos veterinarios a cursos de formación en otras regiones, cuando podían haber recibido una formación mejor y gratuita en los propios centros».
Por todo ello, el Foro Ambiental de Castilla-La Mancha demanda de la Consejería de Agricultura que se replantee estos cambios o que, al menos, negocie con los profesionales la mejor forma de hacerlo sin dejar de prestar el servicio y que al mismo tiempo se busquen soluciones alternativas de financiación o se produzca un cambio más progresivo que permita disponer de servicios veterinarios verdaderamente especializados.