«A punto de finalizar el primer trimestre en los colegios de Castilla-La Mancha, los padres de menores con necesidades educativas especiales, seguimos esperando a que el compromiso adquirido por Marcial Marín el pasado mes de octubre, se cumpla por fin». Así comienza la denuncia que hace la plataforma que integra a estos padres y que una vez más vuelve a poner en entredicho las palabras del consejero de Educación al no cumplir su promesa de que todos los niños con necesidades educativas especiales recibirían atención en sus centros escolares.
En nota de prensa, recuerdan que Marín «aseguró hace tiempo que era cuestión de tiempo que los profesionales que apoyan a nuestros hijos en las aulas llegasen a los centros porque las plazas están creadas». Añaden que «también en el pasado mes de octubre, la Junta -tras el anuncio que hizo Marín de incorporar 36 fisioterapeutas y 13 técnicos- nos lanzó un mensaje de tranquilidad señalando que los apoyos iban a llegar porque decían que cumplían las promesas. Entonces, desde la Consejería de Educación, se nos pidió que fuéramos ‘pacientes’, pero lo cierto es que, a día de hoy, los profesores de apoyo no han llegado a los colegios de Castilla la Mancha».
Como consecuencia de ello critican que niños con necesidades educativas especiales -esto es, niños con autismo, con parálisis cerebral, con discapacidad física…- no cuentan en su colegio o instituto con unos profesionales de apoyo que normalicen su escolarización para poder así avanzar al ritmo de sus compañeros o, en casos más graves, poder salir al recreo, ir al baño…
Tras la inauguración por parte del consejero de una aula TEA en Cuenca -un proyecto piloto de la Junta con el que se pretenden crear aulas en centros de la región en los que reunir a niños con una determinada discapacidad-, la plataforma sostiene que Marín «pretende vendernos la reclusión de nuestros hijos en aulas separadas de los demás menores destacando que en las aulas TEA hay, a disposición de los niños con necesidades especiales, más especialistas de audición (AL), pedagogía terapéutica (PT) y orientadores. Sin embargo, tal y como nos han confirmado tanto los padres cuyos hijos se están viendo aislados en este tipo de guetos como los propios profesionales que se ven obligados a trabajar en ellos, no es una casualidad que en las llamadas aulas TEA la proporción de menores por profesional de apoyo sea mayor que en las aulas ordinarias. Además, lo cierto es que el número de profesionales de trabajan a disposición de nuestros hijos en Castilla-La Mancha ha disminuido entre un 30 y un 40 por 100».
La plataforma explica que en años anteriores estos profesores de apoyo permanecían en el mismo colegio toda la jornada, dando apoyo continuado a los menores con necesidades educativas especiales. Esto es lo que les permitía avanzar al ritmo de sus compañeros de clase, «una realidad bien distinta a la que nos estamos enfrentando en este curso 2012-13». El sondeo que ha realizado la plataforma por los colegios de Castilla-La Mancha desde el pasado mes de septiembre y la información obtenida a través de los sindicatos de enseñanza revela que la contratación de estos profesionales ha disminuido al menos en 164 pedagogos terapéuticos y especialistas en audición. Esta disminución se produce también en el ámbito de los orientadores, «creando una lamentable e insostenible situación para los alumnos con necesidades especiales, a los que se les está provocando un daño irreparable del cual, Marcial Marín es, obviamente, responsable».
Pone el ejemplo del CEIP Santa Teresa de Toledo, al que acude un importante número de niños con autismo. Sus padres, cuando comenzó el curso, se negaron a cambiarlos a CEIP Jaime Foxá (un centro con aula TEA, creada sólo para menores con necesidades educativas especiales) «y, como represalia, se ha suprimido un profesor de apoyo». «Este curso 2012-13, el proyecto de Marcial Marín ha fracasado y son minoritarias las aulas TEA con un importante número de alumnos puesto que los padres continúan negándose a permitir el aislamiento de los menores en estos guetos. Así, la única aula TEA de Toledo cuenta tan solo con tres alumnos. Sin embargo, si el consejero no rectifica en sus propósitos, la supresión de profesionales de apoyo obligará a los padres a la matriculación de sus hijos en los colegios los cabecera», concluye.