Un grupo de investigación de la Universidad de Zaragoza ha desarrollado un sistema robótico e innovador que ayuda a agilizar la rehabilitación de aquellos pacientes con movilidad reducida, tras sufrir, por ejemplo, una lesión medular o una parálisis cerebral y que será probado por un grupo de pacientes del Hospital Parapléjicos de Toledo.
Se trata del proyecto Hyper, dirigido por el Centro de Automática Robótica del CSIC, en el que participan también las universidades Politécnica de Barcelona, la Carlos III y la Juan Carlos I de Madrid, así como varios centros tecnológicos del País Vasco.
A diferencia de otros trabajos que se han realizado hasta la fecha, la novedad de este dispositivo radica en la combinación de un exoesqueleto -piernas y brazos robóticas- y de un dispositivo de electroestimulación para provocar el movimiento y ayudar al paciente a recuperar, al menos, parte de la movilidad perdida.
Todo ello se hace a partir del procesamiento de las señales cerebrales y musculares de la persona afectada que son captados por unos electrodos colocados en la cabeza y por unos dispositivos que miden la actividad muscular, ha explicado a Efe Luis Montano, investigador de la Universidad de Zaragoza.
«Las señales cerebrales detectan la intención de la persona de hacer el movimiento que sea y el dispositivo robótico -colocado sobre las piernas o brazos- le ayuda a hacerlo. No suplanta el movimiento, sino que potencia la actividad residual del paciente», ha explicado.
El proyecto cuenta con la participación de un grupo de pacientes del Hospital de Parapléjicos, centro de referencia nacional en el tratamiento de la lesión medular, que se han ofrecido voluntariamente a probar este sistema, durante un periodo de tiempo, en el que se seguirá atentamente su evolución.
En estos momentos, los investigadores del proyecto están tomando las medidas de cada uno de ellos para conocer su actividad cerebral y muscular y, en base a esta información, concretar una serie de ejercicios y movimientos físicos, autorizados y revisados siempre por médicos y fisioterapeutas.
Esta tecnología, ha indicado Montano, está orientado especialmente a personas que no presentan una lesión «muy aguda», es decir aquellas que todavía tienen una capacidad de movimiento «reducida» o «residual» que se puede «potenciar», a través del dispositivo.
«En casos muy agudos, no lo sé porque no soy médico, pero seguro que es mucho más complicado. Otra cosa es que luego en el proyecto se hagan pruebas y ya veremos», ha manifestado Montano, responsable del grupo de robótica del I3A de la Universidad de Zaragoza.
Por delante, quedan todavía dos años para continuar con la investigación, que comenzó hace tres, y obtener los primeros resultados de la eficacia de este dispositivo.
De todas formas, es prácticamente imposible conocer en cuánto tiempo se puede acelerar la rehabilitación del paciente con este tipo de tecnología, ya que cada uno de ellos presenta una casuística diferente, ha apuntado.
«No sólo depende del tipo de lesión, sino también de las señales biológicas que son diferentes en cada persona. De hecho, las personas sanas tienen diferentes tipos de activaciones cerebrales», ha precisado.
Una vez que el proyecto esté totalmente desarrollado y se hayan obtenido los primeros resultados fiables, el próximo paso será «sondear» a empresas nacionales y extranjeras, interesadas en comercializar el dispositivo.