Treinta y cinco directores de centros e institutos de investigación de la UCLM, entre ellos los ex rectores Eugenio Martínez Ataz y Luis Arroyo, firman una carta abierta en la que alertan del «retroceso irrecuperable» que «los recortes presupuestarios» van a causar en la investigación y el desarrollo regional. Los investigadores consideran en su carta que la reducción de la Junta de Comunidades en la financiación que reciben los centros de investigación de la UCLM ponen en peligro su supervivencia, el futuro de los profesionales que trabajan en ellos y la calidad y el prestigio de los proyectos desarrollados por la Universidad.
En la carta abierta, señalan el prestigio nacional, internacional y social de las investigaciones de la UCLM, así como el alto nivel de sus investigadores, y afirman que, aunque «como ciudadanos de la región comparten las restricciones», no pueden permitir que estas lleven a la destrucción de una infraestructura científica ya que, consideran, «sería un despilfarro de los esfuerzos que Castilla-La Mancha ha invertido en este campo en los últimos años».
Los firmantes critican que muchos estudiantes y becarios predoctorales acogidos al Programa Regional de Potenciación de los Recursos Humanos no podrán continuar con su formación y acabar su doctorado, debido a que una vez finalice su período predoctoral, que dura dos años, el contrato no será renovado por 24 meses más -los necesarios para obtener el doctorado- como venía haciéndose hasta ahora.
Aseguran los directores de los centros que la beca que reciben estos jóvenes apenas supera el salario mínimo interprofesional, por lo que no entienden que «les vayan a mandar a las listas del paro» o a un plan de empleo, dado que «el salario de estos investigadores no es mucho mayor» que el de los acogidos a estos planes.
Se preguntan si en los 38 millones destinados a formación ocupacional en los presupuestos de la Junta para 2012 no se podría incluir la situación de estos becarios, «las mejores cabezas de la región», y piden que se ejecuten con este fin los fondos del Fondo Social Europeo (FSE) destinados a formación, «que a fecha de 31 de diciembre de 2010 presentaban un grado de ejecución inferior al 2 por 100».
Los firmantes lamentan además que se haya congelado el programa Increcyt de la Junta de Comunidades, cofinanciado en un 80 por 100 por el FSE, gracias al que se han incorporado a los institutos muchos investigadores, en su mayoría, según afirman, jóvenes de excelencia científica internacionalmente reconocida que «no tendrán problemas» en encontrar un empleo en el extranjero pero serán «una pérdida más en la región para situarla, en algo, al nivel de los mejores en el ámbito internacional».
Al margen de la atención al personal, los investigadores destacan que los fondos de la Junta paliaban «el problema de la consolidación de la investigación en una universidad joven», ya que muchos de los grupos de investigadores, por su juventud, tienen dificultades para encontrar financiación nacional e internacional.
A este respecto, han señalado que les gustaría conocer qué se ha hecho con los fondos Feder del programa 2007-2013 que tradicionalmente han recibido estos grupos, y cuánto se va a dejar sin utilizar, ya que considera que son una oportunidad de financiación, «que no pueden utilizarse para otro fin y para el que el Gobierno regional solamente tendría que aportar algo más del 10 por 100 del programa».