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"Quienes hablan por el móvil tardan medio segundo más en pisar el freno" 29/08/2015junio 8th, 2017

Dos investigadores del Hospital Nacional de Parapléjicos, situado en Toledo, explican que la atención es una capacidad limitada y que las consecuencias de atender a otros asuntos mientras vamos conduciendo pueden tener consecuencias fatalales. Mientras las distracciones al volante se han convertido en una de las principales causas de los accidentes de tráfico y el número de ingresos por traumatismo en el centro toledano es una tendencia creciente, estos neurocientíficos advierten que es bilógicamente imposible para nuestro cerebro dirigir el foco de atención a dos tareas simultáneamente.

Los accidentes de circulación se han convertido en la segunda causa de ingreso por traumatismo detrás de los accidentes casuales en el Hospital Nacional de Parapléjicos, situado en Toledo; las distracciones al volante son las principales responsables de estos accidentes. A raíz de esta tendencia un equipo de neurocientíficos de este complejo hospitalario, dependiente del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam), explican qué es lo que ocurre en nuestro cerebro cuando escribimos un whatsapp o contestamos el móvil mientras estamos conduciendo.


Así, el neurocientífico Juan de los Reyes Aguilar explica que «el cerebro tiene la capacidad de cambiar el foco de atención entre varias tareas de forma muy rápida, pero lo que percibimos como un continuo en el que estamos realizando varias tareas simultáneas con la misma eficiencia no es real».

Los investigadores explican que a un cierto nivel el cerebro es multitarea. Para realizar con eficiencia varias tareas voluntarias y conscientes al mismo tiempo, el cerebro usa la atención, que le permite dar prioridad a una acción frente a las demás. Pero la atención es limitada y biológicamente somos incapaces de atender a varias tareas que requieran manejo de información al mismo tiempo por lo que debemos realizar primero una y luego otra.

El problema de conducir y a la vez estar pendientes del teléfono móvil es, según explica de los Reyes, que «las redes neuronales para escribir un whatsapp o marcar un número de teléfono son diferentes que las que se usan para conducir un coche, así que el cerebro ralentiza la ejecución de unas redes neuronales para activar otras».

LOS SEGUNDOS IMPORTAN EN LA CONDUCCIÓN

Otro investigador del centro, el neurocientífico Antonio Oliviero, aclara que «si perdemos la atención cuando caminamos, un error nos puede llevar a un tropiezo o a perder la orientación, que recuperamos en cuestión de segundos. Pero en el caso concreto de la conducción de un coche se requiere mayor capacidad de atención y reducir el foco de atención hacia otras tareas que interfieran con ella puede suponer un grave accidente de consecuencias indeseables.»

Según las estadísticas manejadas en el Hospital Nacional de Parapléjicos, el 80 por 100 de los choques se producen en los tres segundos posteriores a alguna distracción del conductor, mientras que más de la mitad de las señales de tráfico son pasadas por alto por quienes hablan por el móvil.

Continúa el Oliviero explicando que «cuando conducimos, cada vez que el cerebro cambia de red neuronal se pierden varias décimas de segundo, lo que explica que quienes hablan por el móvil tardan medio segundo más en pisar el freno y son más lentos a la hora de adaptar la velocidad; y medio segundo a la velocidad de un coche son muchos metros».

Por esta razón, los profesionales del Hospital Nacional de Parapléjicos, en sintonía con la Dirección General de Tráfico y otras entidades implicadas en la seguridad vial, se suman al llamamiento a la responsabilidad de los conductores para que al volante se concenten en conducir y se olviden del móvil.

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